Por Agroempresario.com
El trigo, uno de los cultivos más estratégicos para la economía argentina, sigue avanzando gracias a la investigación y el trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y empresas multinacionales del sector agroindustrial. En este contexto, el INTA ha presentado tres nuevas variedades de trigo pan que destacan por su alto rendimiento, excelente calidad y resistencia a las principales enfermedades que afectan al cultivo. Estas nuevas variedades, MS INTA MDA Bonaerense 324, MS INTA MDA Bonaerense 423 y MS INTA 924, se suman a las 22 variedades desarrolladas en los últimos diez años, que serán comercializadas por la empresa Louis Dreyfus Company Argentina S.A. (LDC) bajo su marca Macro Seed.
El trigo es un cultivo clave para la agroindustria argentina, especialmente por su papel en la producción de harina, fundamental para la panificación y la industria alimentaria. Con un mercado global cada vez más competitivo, el INTA se dedica a desarrollar nuevas variedades de trigo adaptadas a las distintas condiciones agroecológicas del país. A través del Programa Nacional de Mejoramiento Genético de Trigo Pan, el INTA busca garantizar una producción eficiente y competitiva, respondiendo a las demandas tanto del mercado interno como externo.
Guillermo Donaire, especialista en el Programa de Mejoramiento Genético de Trigo del INTA, destacó la importancia de estas nuevas variedades. “El éxito de la adopción de una nueva variedad depende de dos factores fundamentales: el desempeño agronómico de la novedad y la disponibilidad de semilla de calidad en el mercado”, señaló Donaire, quien también remarcó que los programas de mejora genética requieren de una inversión continua para asegurar el avance de los objetivos planteados.
Las nuevas variedades presentadas por el INTA y LDC son el resultado de más de una década de trabajo en conjunto. Cada una de ellas posee características que las hacen altamente competitivas en términos de rendimiento y sanidad.
Francisco Di Pane, especialista del INTA, explicó que las nuevas variedades fueron desarrolladas a través de herramientas biotecnológicas, hibridaciones controladas y pruebas de líneas élites. “Con estas nuevas variedades buscamos aumentar la productividad y asegurar la resistencia a enfermedades, dos factores clave para el éxito en la producción de trigo en Argentina”, señaló Di Pane.
Argentina ha sido históricamente un productor clave de trigo en el mercado global. Sin embargo, la competencia con países como Brasil y Estados Unidos ha crecido, lo que hace que el país deba mejorar continuamente la productividad de sus cultivos. En este sentido, la creación de nuevas variedades con alto rendimiento y calidad, como las presentadas por el INTA, es fundamental para mantener la competitividad internacional.
Donaire agregó que, si bien la Argentina es uno de los principales productores de trigo del mundo, el rendimiento por hectárea sigue siendo inferior al de otras naciones competidoras. “A pesar de tener un gran potencial productivo, el país se encuentra entre un 30% y 40% por debajo del rendimiento alcanzable, lo que hace que estemos perdiendo competitividad frente a otros países productores”, explicó el especialista.
El INTA ha logrado avanzar significativamente en la mejora genética del trigo, lo que se traduce en una mayor resistencia a enfermedades y un aumento en la calidad de las cosechas. Las nuevas variedades MS INTA MDA Bonaerense 324, 423 y 924 tienen un gran potencial para contribuir a la mejora del rendimiento de la producción de trigo en Argentina, especialmente en las regiones productivas clave como la Pampa Húmeda, Buenos Aires y Córdoba.
Además de las tres variedades presentadas, el INTA anunció que otras dos variedades están en proceso de inscripción: MS INTA MDA Bonaerense 526 y MS INTA MDA Bonaerense 625. Estas variedades están en proceso de inscripción en el Registro Nacional de Cultivares (RNC) y el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares (RCPC) del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y se espera su liberación al mercado en 2027. Ambas variedades han sido desarrolladas para adaptarse a diversos ambientes productivos y ofrecer un alto rendimiento y resistencia a enfermedades.
Con el desarrollo de estas nuevas variedades, el INTA reafirma su compromiso con la innovación agrícola y la mejora continua de la producción de trigo en Argentina. El trabajo en conjunto con empresas como LDC, que se encargará de la comercialización de estas variedades bajo su marca Macro Seed, es fundamental para garantizar que las innovaciones lleguen de manera efectiva a los productores.
“La Argentina tiene un gran futuro como productor de trigo, y estos avances en la mejora genética permiten que sigamos siendo competitivos en el mercado global”, concluyó Donaire.