Por Agroempresario.com
El Gobierno nacional festejó públicamente la cifra de inflación de abril, que según datos oficiales marcó un 2,8%, consolidando así una tendencia de desaceleración que se extiende desde hace doce meses. El Ministerio de Economía comunicó que el índice de precios al consumidor (IPC) acumulado en el primer cuatrimestre de 2025 fue del 11,6%, el nivel más bajo registrado para ese período desde el año 2020.
La inflación interanual se ubicó en 47,3%, lo que representa la cifra más baja en cuatro años y refuerza el discurso oficial sobre el éxito de su estrategia económica. De acuerdo con el parte de prensa del Ministerio, “se trata del duodécimo mes consecutivo de desaceleración de precios en la comparación interanual”.
La cartera liderada por Luis Caputo destacó también la evolución de los diferentes componentes del IPC: la inflación núcleo fue de 3,2%, mientras que los precios estacionales se incrementaron 1,9% y los regulados apenas 1,8%. Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) tuvo una suba del 1,3% y la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 0,9%.
El Gobierno atribuye estos resultados a lo que denomina los “tres pilares del plan económico”: superávit fiscal, base monetaria estable y tipo de cambio libre. Según el comunicado, estos factores “profundizarán el proceso de desinflación que viene observándose desde el año pasado” y ratificaron que no se intervendrá directamente en los precios.
En línea con este diagnóstico, el presidente Javier Milei celebró el dato a través de sus redes sociales con un tono irónico y desafiante. “Les recuerdo que varios sicarios con micrófonos y econochantas decían que la tasa de inflación del mes de abril saltaría a niveles del 5% al 7%... El dato: 2,8%”, escribió. En el mismo mensaje, el mandatario invitó a sus seguidores a “armar el archivo de mandriles”, en referencia a los economistas que pronosticaron cifras más elevadas.
Por su parte, Martín Vauthier, asesor del ministro Caputo, aportó una explicación técnica al fenómeno. “Con superávit fiscal, cantidad de dinero fija y tipo de cambio libre no hay razones para que haya inflación. A esto se suman la baja de impuestos y la desregulación, que implican una mayor competencia en beneficio de todos los argentinos”, sostuvo.
Caputo, en tanto, insistió en que la baja de la inflación es el resultado de aplicar políticas ortodoxas con consistencia. “Cuando hacés las cosas bien, es lo que pasa. No hay casualidad, hay causalidad”, afirmó. Y agregó: “Estamos haciendo lo que hay que hacer para que converja la inflación argentina a la inflación internacional. Soy optimista de que en los próximos doce meses vamos a haber alcanzado ese nivel. Nos va a sorprender y va a ser más rápido de lo que se cree”.
Desde el Banco Central, su vicepresidente Vladimir Werning confirmó que los primeros indicadores de mayo refuerzan la tendencia. “Los datos de alta frecuencia que monitorea el Banco Central y también las consultoras sugieren que la baja de abril se profundiza en mayo”, explicó.
Las consultoras privadas, que habían proyectado un IPC más alto para abril por posibles movimientos en el tipo de cambio, ajustaron sus previsiones tras observar la estabilidad del dólar. Este se mantuvo en el centro de la banda de flotación, incluso acercándose al piso, lo que contribuyó a recalcular las expectativas de inflación a la baja.
La evolución positiva de los datos fue interpretada por el oficialismo como un respaldo al rumbo económico. Si bien persisten desafíos estructurales, el Gobierno se muestra confiado en que la consistencia en el programa económico permitirá alcanzar una inflación comparable a la de los países desarrollados hacia mediados de 2026.