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Por Agroempresario.com
En un contexto de presión impositiva y fuerte reclamo desde las economías regionales, Córdoba vuelve a levantar la voz contra las retenciones. Durante el lanzamiento oficial de la siembra de trigo en Leones, el ministro de Bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso, ratificó la postura histórica de la provincia frente a este tributo nacional que afecta de lleno a la producción agropecuaria y al entramado económico del interior.
“La eliminación de las retenciones es una demanda histórica de Córdoba a todos los gobiernos nacionales”, afirmó Busso, dejando en claro que el reclamo no tiene color partidario, sino que responde a una necesidad estructural del sector agroindustrial.
Según el ministro, las retenciones al agro no sólo golpean directamente a los productores rurales, sino también a todos los eslabones de la cadena productiva local: “Comerciantes, proveedores de insumos, vendedores de maquinaria y otros actores del ecosistema agropecuario ven sus actividades condicionadas por esta política fiscal regresiva”, advirtió.
Busso fue tajante al describir los efectos concretos de este impuesto: “De cada tres camiones que se producen, uno se lo lleva el Estado nacional y de eso no vuelve nada. Hay productores que, en 22 años, entregaron campos completos”. Esta situación, explicó, genera un efecto dominó negativo que ralentiza el desarrollo económico de los pueblos del interior, donde el agro es el principal motor de actividad.
“El reclamo no es nuevo”, recordó. “Lo hicimos con todos los gobiernos y ahora lo seguimos haciendo con un gobierno que dice que va a sacar las retenciones, pero en lugar de eso, las aumenta. Entonces, tenemos la obligación de seguir defendiendo al sector productivo cordobés”.
Busso reconoció el acompañamiento del agro al rumbo económico actual, pero pidió coherencia: “El sector agropecuario quiere que al país le vaya bien. Está haciendo su parte: acompañando, apostando, produciendo. Pero también hay que ser justos: ¿con qué recursos se logra el superávit fiscal?”.
En esa línea, comparó el trato fiscal que recibe el campo con otros sectores clave de la economía: “Hay motores como la energía, el petróleo y la minería, a los que no se les pide nada y se los estimula. Al campo, en cambio, que viene aportando hace más de 20 años, se lo penaliza”.
Finalmente, el ministro cordobés planteó una posible hoja de ruta posible: “Hay que bajar las retenciones de manera gradual. No se puede hacer de un día para el otro, pero hubiera sido correcto mantener la promesa de enero. No retroceder, sino avanzar. En tres o cuatro años deberíamos llegar a una estructura sin retenciones”.
Con este mensaje, Córdoba reafirma su liderazgo en la defensa del federalismo fiscal, alzando la voz de miles de productores que, desde hace décadas, sienten que el esfuerzo del campo no tiene el mismo reconocimiento en las decisiones del gobierno central.
