Por Agroempresario.com
A tres meses de las elecciones a gobernador en Corrientes, el Gobierno nacional evalúa una jugada clave que podría sentar precedente para su estrategia electoral de cara al Congreso de 2025. Las opciones están sobre la mesa: convalidar una alianza con la UCR local, liderada por el gobernador Gustavo Valdés, o impulsar una candidatura propia que refuerce la identidad de La Libertad Avanza (LLA). Mientras tanto, las tensiones internas, los nombres que suenan y los condicionamientos políticos delinean un escenario todavía incierto.
Corrientes: una elección clave fuera del calendario tradicional
Junto con Santiago del Estero, Corrientes es una de las pocas provincias que no renueva su Poder Ejecutivo en años de elecciones presidenciales. Esta particularidad convierte a sus comicios en un laboratorio político. En un contexto donde el oficialismo nacional necesita imperiosamente ampliar su representación legislativa para avanzar en las reformas estructurales que pretende enviar al Congreso en 2026, Corrientes aparece como un territorio donde aún hay margen de negociación.
El Gobierno sabe que en Santiago del Estero el resultado está virtualmente sellado a favor del oficialismo local, pero Corrientes es otra historia. Aquí, la UCR tiene una estructura sólida y un oficialismo provincial con niveles de aprobación importantes. Esto lo convierte en un espacio viable para establecer alianzas que potencien a LLA.
El rol de Gustavo Valdés y los límites de la negociación
El gobernador Gustavo Valdés ha dado señales claras de colaboración con la Nación. A mediados de abril se reunió en Buenos Aires con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y figura clave en el armado libertario, para tantear la posibilidad de un acuerdo electoral similar al que LLA selló en Chaco con el gobernador Leandro Zdero. Sin embargo, la funcionaria no explicitó intenciones concretas, y desde entonces la incógnita persiste.
Uno de los principales obstáculos es el nombre del posible sucesor de Valdés: Juan Pablo Valdés, actual intendente de Ituzaingó y hermano del gobernador. Desde LLA ven con recelo esta opción. “Es un tema de nepotismo. Tenemos ganas de un acuerdo, pero sería conveniente que el candidato que elija Gustavo sea otro”, afirmó una fuente libertaria cercana a las negociaciones.
Este punto es clave. Para Valdés, su hermano representa su carta más fuerte para asegurar la continuidad del proyecto radical. No solo es quien mejor mide, sino que tiene consenso entre los intendentes aliados. Pero desde el Gobierno nacional temen que la postulación pueda ir en contra del discurso de renovación y transparencia que promueve LLA.
UCR en el Congreso: aliados coyunturales
A pesar de esta tensión, el oficialismo nacional reconoce el aporte de la UCR en votaciones clave del Senado. En particular, destaca la figura de Eduardo Vischi, jefe de bloque de los radicales, como un interlocutor válido. ¿Podría Vischi convertirse en una alternativa a Juan Pablo Valdés y así facilitar el acuerdo?
Aunque desde la Rosada evitan dar definiciones, la fecha límite para el cierre de alianzas es el 30 de junio, mientras que el plazo para inscribir candidaturas vence el 12 de julio. Esto implica que en las próximas semanas deberán definirse los términos del eventual pacto o, en su defecto, el lanzamiento de una boleta propia de LLA.
Una fórmula libertaria propia: Almirón en carrera
Si el pacto con Valdés no prospera, la alternativa inmediata es Lisandro Almirón, diputado nacional y presidente de La Libertad Avanza en Corrientes. Almirón trabaja activamente para ser el candidato a gobernador, con el respaldo de Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, los principales armadores de la estructura libertaria.
En abril, Almirón sorprendió al sacarse una foto junto al senador nacional Carlos “Camau” Espínola, exmedallista olímpico y referente del peronismo provincial. Aunque la incorporación de Espínola fue vetada por Karina Milei, la imagen buscó enviar un mensaje de unidad ante un posible frente anti-Valdés.
“Cuando se dejan de lado las diferencias y se pone a Corrientes primero, todo es posible”, dijo Espínola durante el acto que tuvo lugar en el Hotel de Turismo de Corrientes. Ninguno de los dos bajó su precandidatura, pero mostraron disposición a construir una fórmula de consenso, si así lo exige el contexto político.
El impacto en el grupo Alondra y la interna correntina
Una eventual alianza entre Valdés y LLA podría desestabilizar el denominado grupo Alondra, un espacio que reúne a figuras como Espínola, Pedro “Pirucho” Cassani (presidente de la Cámara de Diputados provincial) y sectores del peronismo. Según fuentes cercanas, un pacto oficial entre los libertarios y la UCR empujaría a este grupo a sellar una coalición anti-Valdés, que incluiría al exgobernador Ricardo Colombi y al kirchnerismo, que ya lanzó como su candidato a Martín Ascúa, intendente de Paso de los Libres.
Desde el oficialismo libertario nacional prefieren mantener los canales abiertos. “Vemos que un acuerdo es verosímil, pero no tiene sentido adelantar posicionamientos”, dijo un vocero partidario. La situación recuerda al caos organizativo en Provincia de Buenos Aires, donde las negociaciones a destiempo generaron divisiones internas.
El telón de fondo: la reforma estructural y el Congreso
Más allá del resultado en Corrientes, la estrategia electoral del Gobierno apunta a reforzar su presencia en el Congreso para avanzar en 2026 con una reforma estructural integral. Las alianzas provinciales no responden únicamente a la lógica territorial, sino al cálculo legislativo. Cada diputado o senador cuenta para consolidar el plan de gobierno de Javier Milei, especialmente si busca sentar bases para una reelección en 2027.
De ahí que el valor de Corrientes trascienda lo local. La provincia renovará diputados nacionales, y si bien no pone en juego bancas del Senado este año, un acuerdo fuerte allí podría facilitar otros entendimientos a nivel nacional.
¿Habrá pacto o ruptura?
El tablero está en movimiento. Las próximas semanas serán clave para definir si La Libertad Avanza profundiza su alianza con sectores de la UCR o si opta por consolidar su identidad con una fórmula puramente libertaria. Las negociaciones están atadas a múltiples factores: la figura del candidato, el impacto en la interna radical, la relación con el Congreso y el mensaje que se quiera dar al electorado.
Lo que está claro es que Corrientes será una provincia testigo del reacomodamiento político en marcha. Lo que allí suceda podría replicarse en otros distritos o, por el contrario, marcar un límite a la estrategia de alianzas del oficialismo nacional. En un contexto de alta volatilidad, cada movimiento se calcula al milímetro.
