El Banco Mundial mejora la proyección de crecimiento para Argentina y destaca la recuperación económica

Por Agroempresario.com 

En un contexto global marcado por la incertidumbre geopolítica, la volatilidad comercial y una desaceleración generalizada del crecimiento, el Banco Mundial (BM) sorprendió con un dato alentador para la Argentina: proyecta una expansión del Producto Bruto Interno (PBI) del 5,5% para 2025, una mejora de 0,5 puntos respecto a su informe de enero pasado. Este nuevo pronóstico, presentado en el reporte Perspectivas Económicas Mundiales, destaca el impacto positivo de reformas estructurales implementadas por el gobierno nacional, así como la recuperación de sectores clave como la agricultura, energía y minería.

El anuncio del BM llega tras dos años consecutivos de caída en el nivel de actividad económica argentina, y en un momento en que las previsiones para la mayoría de los países de la región –y del mundo– han sido ajustadas a la baja. El informe señala que, además del crecimiento proyectado para este año, la economía argentina podría expandirse un 4,5% en 2026, aunque con una ligera corrección de 0,2 puntos respecto a la estimación previa.

Según el organismo con sede en Washington, esta recuperación argentina estará impulsada principalmente por “la estabilización macroeconómica, la eliminación de controles cambiarios y nuevas reformas favorables a los negocios, que deberían mejorar la confianza de consumidores e inversores”. En particular, menciona que el proceso de desinflación previsto mejorará los ingresos reales de los hogares, incentivando el consumo interno y consolidando la reactivación económica.

Estas proyecciones llegan en sintonía con el plan económico del presidente Javier Milei, quien mantiene una estrategia de disciplina fiscal y reformas estructurales. El BM remarcó en su informe que “se espera que el gobierno continúe manteniendo superávits fiscales en consonancia con el nuevo programa económico respaldado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, en referencia al acuerdo alcanzado en abril, que permitió una flexibilización parcial del cepo cambiario.

La mejora en la perspectiva de Argentina contrasta con el panorama regional. América Latina experimentará un crecimiento promedio del 2,3% en 2025, 0,2 puntos menos que lo proyectado en enero. México, por ejemplo, será uno de los más afectados, con una previsión de apenas 0,2% para este año, impactado por los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a productos que no cumplen con el T-MEC. Esta medida debilitó fuertemente sus exportaciones.

En el caso de Brasil, la economía más grande de la región, el BM proyecta un crecimiento del 2,4% en 2025, por debajo del 3,4% de 2024, debido al debilitamiento del consumo interno y a una inversión privada menos dinámica. Asimismo, se espera que la inflación permanezca en el rango superior de los objetivos de los bancos centrales, lo que limita el margen para reducir tasas de interés tanto en Brasil como en Colombia.

A nivel global, el BM prevé una desaceleración de la economía mundial al 2,3% en 2025, frente al 2,8% registrado el año pasado. Este dato representa la tasa de expansión más débil desde la década de 1960. “Hace solo seis meses, parecía vislumbrarse un aterrizaje suave. Ahora la economía mundial vuelve a sufrir turbulencias”, señaló en el informe Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial. “Sin una rápida corrección del rumbo, el daño a los niveles de vida podría ser profundo”, advirtió.

Estados Unidos también será víctima de este escenario adverso. El crecimiento de su PBI se reduciría al 1,4% en 2025, desde el 2,8% del año anterior, impactado por la política comercial proteccionista del presidente Donald Trump. Estas tensiones comerciales con China, que aún se encuentran en negociación, han incrementado la incertidumbre global y complican las perspectivas para los mercados emergentes.

En ese marco internacional desafiante, la proyección positiva para Argentina se destaca. El presidente Javier Milei, que en febrero se reunió en Washington con el titular del BM, Ajay Banga, recibió con optimismo el respaldo del organismo. En esa ocasión, ambos mandatarios dialogaron sobre el proceso de reformas estructurales, la apertura económica y la transformación energética del país.

En paralelo, sectores como el agroindustrial, que viene recuperándose tras una grave sequía, y el energético, especialmente el desarrollo de Vaca Muerta y las inversiones en energías renovables, están en el centro del repunte económico. También se prevé un incremento sostenido en la minería, con un fuerte foco en el litio y el cobre, recursos clave para la transición energética global.

La apuesta del gobierno argentino es consolidar un modelo basado en el orden fiscal, la atracción de inversiones y el fortalecimiento del sector productivo. Para ello, sigue adelante con la eliminación de restricciones cambiarias, la simplificación de regulaciones y la negociación de acuerdos estratégicos con organismos multilaterales y países socios.

Aunque todavía enfrenta desafíos significativos, como la reducción de la pobreza, la mejora del empleo formal y la estabilización definitiva de la inflación, el respaldo del BM se convierte en un aliciente clave para sostener el rumbo económico y recuperar la confianza interna y externa.