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Por Agroempresario.com
La inflación de mayo fue del 1,5%, el registro mensual más bajo en cinco años si se excluyen los efectos excepcionales de la pandemia. Este dato fue recibido con entusiasmo por el Gobierno, que lo atribuyó al programa de estabilización basado en superávit fiscal, tipo de cambio flotante y sin controles de precios. Para los economistas cercanos al oficialismo, se trata de una confirmación de que el enfoque libertario está dando resultados concretos en la lucha contra el alza sostenida de precios.
Desde el Ministerio de Economía, Luis Caputo celebró con énfasis el dato del IPC, que fue dado a conocer por el INDEC y lo enmarca en una serie de reformas estructurales que, aseguró, están comenzando a rendir frutos. "Sin cepo, corrigiendo precios relativos y con la economía creciendo al 6% anual", escribió en la red social X. También destacó la eliminación de herramientas como los “Precios Cuidados” y la intervención estatal sobre los mercados. A su vez, el vocero presidencial, Manuel Adorni, elogió la gestión del presidente Javier Milei y calificó el descenso como “el más bajo en cinco años, sin chamanismo económico”.
La inflación de mayo no sólo tiene valor técnico; representa un activo político para el oficialismo, que busca consolidar expectativas de cara al segundo semestre del año. Desde la cartera de Economía señalaron que la inflación interanual se ubicó en 43,5%, lo que marca 13 meses consecutivos de desaceleración respecto del mismo mes del año anterior. También subrayan que la inflación acumulada entre enero y mayo fue del 13,3%, la cifra más baja para ese período desde el año 2020.
A nivel anualizado, la velocidad de aumento de precios se ubicaría en torno al 19,5%, una cifra que no se veía desde antes del colapso macroeconómico de 2018. Para el Gobierno, esta evolución consolida su diagnóstico: la inflación es un fenómeno estrictamente monetario y la reducción sostenida de la base monetaria —sin emisión para financiar al Tesoro— es clave para controlarla.
Javier Milei, desde su gira internacional, también opinó en X sobre el dato inflacionario. Citando a Milton Friedman, remarcó que "la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por un exceso de oferta de dinero". Y añadió que la clave fue restringir la expansión monetaria a través de un BCRA que ya no asiste al Tesoro.
En esa línea se expresó también Federico Furiase, asesor económico del Gobierno, quien explicó que “la estabilización macro vía superávit fiscal, cantidad de dinero fija, recapitalización del BCRA y baja del ratio deuda/PBI están derrumbando la inflación”. Para Furiase, el tipo de cambio flotante y la corrección de precios relativos son componentes esenciales del plan.
El foco ahora está puesto en si esta tendencia se sostiene. Varias consultoras ya estiman que junio podría cerrar con un IPC similar o incluso inferior. Factores como la estabilidad del dólar, la moderación en la actualización de tarifas y un menor arrastre estadístico de los precios de alimentos alimentan ese optimismo. Por caso, el economista Federico Filippini proyectó una inflación de 1,9% para junio, aunque advirtió que “los riesgos están sesgados a la baja”, lo que podría implicar una cifra aún menor.
Un informe reciente de la consultora Equilibra apuntó que en la primera semana de junio se registró un incremento general de 1,3% en los precios, influido principalmente por subas en tarifas de energía, tabaco y transporte. Sin embargo, la inflación núcleo —que excluye estos precios regulados— se mantuvo contenida, con un avance semanal de 1,1%. Alimentos y bebidas no estacionales aumentaron apenas un 0,7%, reflejando cierta estabilidad en la canasta básica.
La expectativa de inflación a 12 meses se estabilizó en torno al 18%, lo que constituye una señal de que el mercado está comenzando a creer en el sendero de desinflación. Este punto es clave para el mercado de deuda en pesos, que responde a la credibilidad del Banco Central en su política monetaria.
El dato de mayo es una bocanada de oxígeno para un Gobierno que ha enfrentado múltiples desafíos en sus primeros meses. La eliminación del cepo aún no está concretada, pero el Ejecutivo insiste en que su esquema cambiario con flotación dentro de bandas es funcional a una economía en proceso de saneamiento.
Si bien muchos economistas independientes aún señalan riesgos importantes —como la baja inversión privada, la caída del consumo o el atraso tarifario en algunos sectores—, el oficialismo se aferra a la desaceleración inflacionaria como bandera para sostener el apoyo social y ganar terreno en el Congreso.
Con las elecciones legislativas en el horizonte, el control de la inflación podría convertirse en uno de los principales argumentos de campaña del oficialismo. Según el propio Caputo, el objetivo es alcanzar una inflación mensual menor al 1% en el segundo semestre, y consolidar el proceso de desinflación para comenzar 2026 con un nuevo régimen monetario.
