Por Agroempresario.com
La relación entre Argentina y China ha transitado un camino de fuertes contrastes en los últimos meses. Lo que comenzó con la frase tajante del presidente Javier Milei –"no hago negocios con comunistas"– evolucionó hacia una etapa de diálogo abierto y pragmatismo. Hoy, las oportunidades de inversión y cooperación bilateral se multiplican, particularmente en sectores estratégicos como la minería, las energías renovables, el agro y el turismo.
“Actualmente el vínculo es positivo, y muchos empresarios chinos están esperando la visita de Milei a China. Se reconoce el esfuerzo del Gobierno argentino por ordenar la macroeconomía y eso mejora el posicionamiento del país frente a otras alternativas en América Latina”, señaló Alejandra Conconi, directora ejecutiva de la Cámara Argentino China.
Entre los sectores que despiertan mayor interés del gigante asiático, la minería argentina ocupa un lugar protagónico. El litio, el oro, el cobre y las tierras raras lideran el radar de las empresas chinas. Ganfeng Lithium, por ejemplo, proyecta inversiones por hasta 5.000 millones de dólares en los salares de Salta, donde sus proyectos Mariana y Pozuelos-Pastos Grandes están en avanzada etapa de desarrollo.
En el rubro aurífero, destaca la mina Veladero en San Juan, operada conjuntamente por la canadiense Barrick Gold y la china Shandong Gold Mining, con un desembolso superior a los 900 millones de dólares. Por su parte, en cobre, Beijing evalúa alianzas en proyectos que requieren financiamiento para avanzar hacia la etapa constructiva, incluyendo obras de infraestructura crítica como caminos, ferrocarriles y redes eléctricas.
“El capital chino busca proyectos que ya tengan un alto grado de definición: reservas probadas, permisos otorgados, y un modelo operativo claro. Además, se los ve interesados no solo como inversores, sino como constructores, proveedores de tecnología y know-how”, explicó Sergio Spadone, presidente de la Cámara Argentino China.
En energías renovables, China ya tiene una presencia consolidada a través de firmas como Goldwind y Powerchina, esta última responsable del parque solar Caucharí, el más grande de América Latina, ubicado en Jujuy. La ampliación de este parque solar es una de las prioridades actuales, y también un factor que tracciona la continuidad del polémico proyecto de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, cuyo futuro aún se discute.
El Gobierno nacional propuso avanzar con la represa que tiene mayor grado de avance (45%) y postergar la segunda, que solo alcanzó un 20% de ejecución. Desde las empresas responsables señalaron que, si bien los detalles aún se negocian, la intención de ambas partes es avanzar.
Según cifras de la Cámara, China invirtió más de 30.000 millones de dólares en Argentina en los últimos 15 años, y todo indica que ese flujo podría incrementarse. El nuevo marco del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el Ejecutivo, genera atractivo adicional para proyectos de gran escala.
Otra área en plena expansión es la movilidad eléctrica. Tras la baja de aranceles a la importación de vehículos eléctricos, ya se anunciaron los desembarcos de BYD –una de las automotrices líderes de China– y Corven, que también buscará posicionarse en el nuevo mercado. Esto se alinea con la estrategia de Beijing de diversificar su red de producción y exportación, especialmente tras la guerra comercial con Estados Unidos.
El sector agroindustrial argentino también podría verse beneficiado. En su intento por asegurar su autosuficiencia alimentaria, China observa con atención el potencial de la producción argentina de granos, aceites y otros commodities agrícolas. La semana pasada, una misión oficial del país asiático se reunió con representantes de la Bolsa de Cereales y la Cámara de la Industria Aceitera para explorar nuevas oportunidades comerciales.
Por último, el turismo se presenta como un área con alto potencial de crecimiento. A partir del 1° de junio, China eliminó el requisito de visa para turistas argentinos, y analiza facilitar el ingreso de ciudadanos chinos al país. “Hoy el trámite para los turistas chinos es engorroso. Si logramos un acuerdo regional similar al espacio Schengen europeo, donde una visa permite recorrer varios países, podríamos ver un gran salto en la llegada de visitantes chinos al Mercosur”, concluyó Spadone.
Con una relación basada ahora en la lógica del mutuo beneficio económico, Argentina y China transitan un nuevo capítulo, en el que el pragmatismo parece imponerse sobre las diferencias ideológicas.