Por Agroempresario.com
En el competitivo mercado mundial de soja, Brasil ha dado un nuevo golpe de efecto: a pesar de exportar un volumen monstruoso, logra vender su soja a un precio FOB más alto que el de sus competidores directos, Estados Unidos y Argentina.
Según la proyección de Anec, la entidad que agrupa a las compañías agroexportadoras brasileñas, el país exportaría 11,9 millones de toneladas de soja sólo en julio, frente a los 9,5 millones de toneladas del mismo mes en 2024. Este desempeño no solo destaca por la magnitud, sino también porque Brasil lidera los valores FOB pese a que EE.UU. se encuentra en el tramo final de su campaña comercial 2024/25.
El éxito brasileño no se explica sólo desde lo económico, sino también desde lo geopolítico. El gobierno de China, bajo la conducción de Xi Jinping, está priorizando las importaciones de soja brasileña en detrimento de las estadounidenses. Esta decisión se da en un contexto de negociaciones con la administración de Donald Trump, donde el comercio de soja es un eje central.
En junio pasado, según datos de Capital Jingdu Futures citados por Reuters, China importó 12,2 millones de toneladas de soja, un 10,3% más que en junio del año anterior. De ese total, 9,73 millones provinieron de Brasil, mientras que EE.UU. solo contribuyó con 724.000 toneladas.
Tras abastecerse de soja brasileña, los compradores chinos recurren a Argentina y, solo como último recurso, a Estados Unidos. Si las negociaciones entre EE.UU. y China fracasan, el precio FOB del poroto estadounidense podría verse afectado frente al de sus competidores sudamericanos.
Ante este panorama, la administración de Trump ha activado un plan de estímulo para el biodiésel, con el objetivo de sostener la demanda interna de soja si se debilita el frente externo. Esto convierte al programa energético en una pieza clave para la estabilidad del sector agrícola estadounidense.
La estrategia de Brasil, basado en su alianza dentro de los BRICS y su condición de socio estratégico de China, le permite maximizar beneficios. Gracias a una logística eficiente y a una diplomacia comercial proactiva, el país se consolida como el principal proveedor mundial de soja y como un referente del modelo agroexportador del sur global.