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Por Agroempresario.com
En la quinta jornada de la 137ª Exposición Rural de Palermo, la raza Braford tomó protagonismo en la pista central con una exhibición que superó las expectativas. Con ejemplares de altísimo nivel y un jurado exigente, la raza confirmó su evolución hacia un biotipo carnicero y funcional, capaz de satisfacer las demandas del mercado. El Gran Campeón Macho fue “Alejo”, un toro joven de dos años de la cabaña Santa Irene, de Ganagrin SAAG, de Gualeguaychú, Entre Ríos. En tanto, la Gran Campeón Hembra fue “Martina”, una vaquillona de la cabaña El Amargo, de Eduardo Martínez Ferrario, de Santa Fe.
Desde temprano, el sol disipó el frío matinal y la pista central se llenó de público ansioso por presenciar una jura que prometía grandes emociones. La raza Braford, reconocida por su adaptabilidad y calidad cárnica, fue la encargada de inaugurar las juras en Palermo, con una demostración de ejemplares muy parejos y de alto valor genético.
El jurado, Carlos Ojea Rullán, destacó la evolución productiva de la raza: “Esta raza se ha convertido en una verdadera máquina de producir carne”, afirmó con énfasis. Invitó a los cabañeros a girar sus animales para que el público apreciara la musculatura y el control corporal, elementos distintivos que caracterizan hoy a los Braford argentinos.
El Gran Campeón Macho fue elegido cerca de las 17 horas tras una competencia ajustada. “Alejo”, un toro de dos años de la cabaña Santa Irene, de Ganagrin SAAG, emergió como el ejemplar más completo. Proveniente de Gualeguaychú, Entre Ríos, este toro joven sobresalió por su corrección, pigmentación, clase y condiciones carniceras.
El jurado valoró especialmente la capacidad corporal de “Alejo”: “Es un toro muy completo, que tiene todo lo que hoy se busca en la raza”, señaló Ojea Rullán. Este ejemplar ya había sido campeón en la Nacional de Corrientes, convirtiéndose en bicampeón en 2025.
Luis Otero Monsegur, propietario de la cabaña Santa Irene, manifestó su alegría y orgullo. “Sacar el Gran Campeón Macho en Palermo es una alegría enorme. Esto es fruto de un programa genético de más de diez años, de la mano de nuestro genetista Diego Grané”, explicó. Contó que han formado familias genéticas que ahora alcanzan la pista con grandes resultados.
Sobre el nombre del toro, Otero Monsegur contó con humor que fue el propio cuidador quien se lo impuso: “Me dijo ‘tiene que llamarse como yo’, así que quedó Alejo”.
En horas del mediodía, la atención se centró en la jura de hembras. “Martina”, una vaquillona presentada por la cabaña El Amargo, de Eduardo Martínez Ferrario, de Santa Fe, fue consagrada Gran Campeón Hembra.
El jurado valoró su feminidad, largo corporal, buena costilla y excelente aplomo: “Es una vaquillona muy completa, con características carniceras y reproductivas ideales. Además, tiene una condición genética muy especial, es mocha homocigota, lo que asegura que todas sus crías también serán mochas”, detalló Martínez Ferrario.
Para el criador, este reconocimiento es el resultado de más de tres décadas de trabajo: “Llevamos 34 generaciones en la raza Braford. Este premio es un orgullo para todo nuestro equipo, que incluye a mi familia, el ingeniero Pablo Godoy y el equipo de Villa Minetti”.
Carlos Ojea Rullán, jurado principal, valoró la homogeneidad y calidad general de los animales presentados: “Tanto machos como hembras fueron un lujo. No hay nada más lindo para un jurado que encontrar una línea pareja, equilibrada y uniforme”, afirmó.
Destacó que entre 60 y 70 hembras participaron, con muy pocos animales por debajo del promedio y muchos ejemplares realmente superiores. Además, elogió el trabajo realizado para mejorar la funcionalidad, la corrección estructural, el largo corporal y el manejo del engrasamiento, con menos animales sobreengrasados.
Juan Manuel Alberro, presidente de la Asociación Braford Argentina, celebró el nivel alcanzado y la representatividad federal de la raza. “Participaron cabañas de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Chaco, Tucumán, Mendoza, Santiago del Estero, Buenos Aires y Córdoba, lo que demuestra el crecimiento y la homogeneidad que está logrando la raza en todo el país”, expresó.
Alberro subrayó que el Braford está consolidándose como un biotipo hiperproductivo, con animales muy carniceros que no pierden su capacidad de adaptación al medio. “La raza tiene una eficiencia notable en la conversión de materia seca en carne de calidad”, agregó.
De cara al futuro, el dirigente señaló la necesidad de incorporar más tecnología y datos en la selección genética. “No alcanza con ver solo peso o circunferencia escrotal, sino que hay que trabajar con DEPs, producción de leche, crecimiento, características de carcasa y marmoreo de la carne. Argentina está destinada a ser un jugador top y el Braford será parte fundamental de ese programa”, concluyó.
