Por Agroempresario.com
La jardinería doméstica ha comenzado a explorar soluciones más económicas y sostenibles para nutrir las plantas. Entre estas alternativas, un fertilizante natural que proviene de residuos domésticos está ganando cada vez más adeptos: el agua de cocción de huevos. Aunque es poco conocido, este líquido puede ser una fuente rica de minerales esenciales para el crecimiento de las plantas, convirtiéndose en una opción económica, ecológica y accesible para todos los amantes de la jardinería. Además, la cáscara de huevo molida se ha destacado como un fertilizante natural eficaz, especialmente por su capacidad para mejorar la estructura del suelo.
El agua que queda después de hervir los huevos puede parecer un desecho común, pero científicos y jardineros han descubierto que es un recurso con un alto valor nutritivo. Este líquido absorpbe minerales de la cáscara de huevo, principalmente calcio, que es un nutriente esencial para las plantas. El calcio juega un papel fundamental en la formación de las paredes celulares de las plantas, mejora la estabilidad del tejido vegetal y facilita la absorción de otros nutrientes importantes.
Según el medio español Gastrolab, el calcio no solo mejora la salud de las plantas, sino que también favorece el crecimiento de las raíces, lo cual es esencial para una absorción óptima de nutrientes. Además de calcio, el agua de cocción puede contener trazas de magnesio, fósforo y potasio, nutrientes cruciales para el crecimiento, la floración y la resistencia a enfermedades de las plantas.
Aunque aún no existen estudios científicos formales sobre el uso exclusivo de agua de cocción de huevos para fertilizar plantas, fuentes divulgativas coinciden en que su aplicación periódica y en pequeñas cantidades puede resultar beneficiosa para cultivos de baja exigencia, como plantas ornamentales o hierbas aromáticas.
Es importante aclarar que el agua de cocción de huevos no reemplaza a los fertilizantes comerciales formulados, sino que puede ser un complemento al riego doméstico, especialmente cuando se busca una alternativa más ecológica y sostenible. De hecho, este líquido es reutilizable, lo que contribuye a la reducción de desperdicios y al ahorro de agua potable. De esta manera, se incorporan prácticas más responsables en la jardinería cotidiana.
Cómo utilizar el agua de cocción de huevos:
Además de aprovechar el agua de cocción de los huevos, la cáscara también puede ser utilizada para enriquecer el suelo. La investigación científica respalda el valor de la cáscara de huevo molida como fertilizante. Según un estudio titulado Eggshells as fertilizer in horticulture practices (2025), la cáscara de huevo contiene un alto porcentaje de carbonato de calcio, que no solo es útil para enriquecer el suelo con calcio, sino que también puede mejorar la estructura del suelo, corrigiendo la acidez y favoreciendo la actividad microbiana.
Además de los beneficios nutricionales, la cáscara de huevo tiene un efecto físico protector. Esparcirla alrededor del tallo de las plantas actúa como una barrera natural para babosas y caracoles, debido a su textura filosa. También se puede utilizar en la parte inferior de las macetas para mejorar el drenaje y evitar que el agua se estanque en el sustrato.
La cáscara de huevo se puede secar y triturar fácilmente en casa, y se puede mezclar con compost o simplemente esparcirla sobre la tierra. Debido a su descomposición lenta, los nutrientes se liberan de manera gradual, lo que es ideal para plantas de ciclo largo como tomates, calabazas o pimientos.
El uso de estos residuos domésticos como fertilizantes no solo es económico, sino que también ayuda a reducir la cantidad de residuos generados en los hogares, promoviendo prácticas de jardinería sostenible. Transformar desperdicios cotidianos en recursos valiosos es una excelente manera de contribuir al cuidado del medio ambiente.
Este tipo de prácticas también resalta la importancia de reducir el uso de productos químicos en la jardinería doméstica. En lugar de recurrir a fertilizantes sintéticos que pueden ser costosos y dañinos para el medio ambiente, el uso de agua de cocción y cáscaras de huevo ofrece una alternativa natural y accesible para muchas personas.