Por Agroempresario.com
En una jornada clave para la economía argentina, el Gobierno espera concretar hoy lunes el ingreso del segundo desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), por un monto de USD 2.000 millones. Este nuevo flujo de divisas llega en el marco del programa Extended Fund Facility (EFF), en vigor desde abril, y se complementará con una nueva operación financiera entre el Ministerio de Economía y el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que busca mejorar la posición de reservas netas del país a través de la recompra de Letras Intransferibles.
Esta maniobra ya había sido implementada en mayo, cuando el Tesoro recibió un primer giro de USD 12.000 millones. En esta oportunidad, replicará la estrategia con una nueva cancelación parcial de títulos públicos que permanecían en manos del BCRA y que, aunque carecen de valor de mercado, representan una herramienta clave para la recomposición contable de las reservas internacionales.
Desde fuentes oficiales se confirmó que el Gobierno aplicará el mismo mecanismo que en mayo: el Tesoro retirará dólares de sus cuentas en el Banco Central —provenientes del nuevo desembolso del FMI— y utilizará esos fondos para recomprar una porción de las Letras Intransferibles que el propio Tesoro había emitido en el pasado. De este modo, esos dólares pasarán a formar parte del activo del BCRA como reservas propias, elevando el nivel de reservas netas sin modificar el volumen total de reservas brutas.
El traspaso, aunque contable, tiene impacto real sobre la capacidad del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario en caso de necesidad. Es una operación interna entre dependencias del sector público, pero que permite robustecer la posición externa del país en momentos de alta volatilidad del tipo de cambio.
Luis Caputo, ministro de Economía, destacó en declaraciones recientes que la acumulación de reservas no puede pautarse de forma rígida: “Es una consecuencia del programa económico. No se puede establecer una fecha exacta para adquirir una cantidad determinada de divisas”, señaló el funcionario.
Las Letras Intransferibles nacieron en 2006, cuando el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI con reservas internacionales y emitió estos títulos a favor del BCRA. Desde entonces, han sido utilizadas en varias oportunidades para financiar al Tesoro mediante la entrega de títulos en dólares no negociables, con vencimientos extendidos, baja rentabilidad y renovación automática.
Durante los últimos años, este mecanismo fue objeto de críticas por su escasa transparencia y por el efecto que tiene en la valuación contable del balance del Banco Central. Santiago Bausili, actual presidente del organismo monetario, impulsó un cambio metodológico: en lugar de registrar estos títulos a valor técnico en pesos, propone su valuación en función del tipo de cambio y condiciones de mercado, lo que podría reducir distorsiones contables.
De acuerdo al balance del BCRA al 23 de julio, el stock de Letras Intransferibles se redujo a USD 16.753 millones, frente a los USD 23.713 millones de principios de mayo. Este descenso refleja la recompra realizada con el primer desembolso. Con el nuevo ingreso, se espera una nueva disminución del stock, lo que fortalecería aún más la posición patrimonial del Central.
El segundo desembolso del FMI se produce luego de la aprobación de la primera revisión del acuerdo, donde se acordó flexibilizar las metas de acumulación de reservas. En lugar de los objetivos originalmente pactados, se consensuó una reducción de USD 5.000 millones en las exigencias para este año, adaptando las condiciones a la realidad económica y financiera del país.
En un comunicado oficial, el FMI destacó que la implementación de políticas permitió una transición ordenada hacia un régimen cambiario más flexible, con una inflación en descenso y perspectivas de crecimiento sostenido. No obstante, también advirtió que el Gobierno no alcanzó la meta de reservas netas prevista para junio, aunque valoró positivamente la aplicación de medidas correctivas.
“Las mejoras al marco monetario permitirán optimizar la gestión de la liquidez y mitigar la volatilidad de las tasas de interés”, afirmó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo. También subrayó la importancia de mantener condiciones monetarias contractivas para sostener el proceso de desinflación y remonetización de la economía.
En la fase actual del programa, el Banco Central adoptó una postura más activa en el mercado cambiario. Tras un período de no intervención, las compras de dólares se aceleraron, en paralelo al desarme progresivo de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), lo que modificó la estrategia de absorción monetaria. Con el refuerzo de reservas netas por el nuevo pase contable, el BCRA gana margen de maniobra ante eventuales tensiones cambiarias.
Un informe reciente de Quantum Finanzas explicó que el Tesoro recompró Letras al BCRA por un valor efectivo de USD 12.002 millones, aunque el valor nominal original de esos títulos superaba los USD 40.000 millones. Esto muestra que, pese al bajo valor de mercado, el impacto contable es significativo para el balance del Banco Central, que al eliminar estos títulos de su activo mejora su solvencia técnica.
Desde el punto de vista operativo, esta estrategia permite al BCRA registrar como propias las reservas derivadas de los DEG (Derechos Especiales de Giro) otorgados por el FMI, clasificándolos como activos externos disponibles. Aunque el monto total de divisas en el sistema no varía, su redistribución interna fortalece al organismo monetario y refuerza la señal de solidez ante los mercados.
El desembolso de USD 2.000 millones marca un hito en el segundo tramo del acuerdo con el FMI y sienta las bases para futuras etapas del programa. El Gobierno apuesta a consolidar esta dinámica de cumplimiento parcial pero flexible de metas, con ajustes consensuados que le permitan avanzar en el saneamiento fiscal y monetario sin poner en riesgo la recuperación económica.
El rol del Ministerio de Economía y del BCRA en esta ingeniería financiera interna será clave para sostener el sendero trazado. La recompra de Letras Intransferibles, aunque sea una operación contable, se ha convertido en una herramienta eficaz para mejorar la posición de reservas sin recurrir al mercado ni emitir nueva deuda externa.
En este escenario, las señales positivas enviadas al FMI y a los mercados internacionales pueden contribuir a reducir la presión sobre el tipo de cambio y a generar condiciones más estables para la inversión y el crédito. La combinación de disciplina fiscal, coordinación monetaria y gestión de pasivos internos se perfila como el eje de la estrategia oficial para lo que resta del año.