Por Agroempresario.com
En un nuevo giro estratégico, la OPEP+ —la alianza energética liderada por Arabia Saudita y Rusia— anunció que a partir de septiembre de 2025 aumentará su producción conjunta en 547.000 barriles de petróleo por día. La medida busca fortalecer su posición en el mercado global, recuperar participación perdida y contener las fluctuaciones de precios sin provocar desequilibrios que perjudiquen la rentabilidad del crudo.
El comunicado oficial fue emitido este domingo por los ocho países clave del bloque que integran el comité ministerial de monitoreo: Arabia Saudita, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán. Todos coincidieron en avanzar con este incremento y se comprometieron a reunirse nuevamente el próximo 7 de septiembre para revisar el impacto de esta decisión y, si es necesario, reconfigurar los niveles de producción.
Según Giovanni Staunovo, analista del banco UBS, el aumento ya fue incorporado por los mercados en los precios actuales, por lo que no se esperan reacciones bruscas cuando abran los mercados este lunes. El Brent, referencia internacional, cotiza actualmente alrededor de los 70 dólares por barril, bastante lejos de los picos de 120 dólares registrados en 2022, luego del estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La medida representa un giro respecto a la estrategia defensiva adoptada en años anteriores, cuando los países productores aplicaban recortes para evitar que los precios se desplomaran. En esta ocasión, la OPEP+ opta por apostar a una mayor oferta con la intención de no perder participación frente a otros productores como Estados Unidos, donde el shale oil sigue generando competencia.
Uno de los recortes vigentes hasta ahora —de 2,2 millones de barriles por día— había sido pactado previamente por los ocho países mencionados. Ese ajuste quedará totalmente anulado con la suba prevista para septiembre, marcando el fin de una etapa de contención de oferta que buscaba apuntalar los precios tras la caída de la demanda en años anteriores.
Sin embargo, el horizonte continúa siendo incierto. “Nuestro escenario base apuesta a que el grupo marcará una pausa en sus aumentos tras septiembre”, explicó Warren Patterson, analista de ING, quien advirtió que un incremento excesivo podría provocar un excedente importante en el cuarto trimestre del año.
Entre marzo y junio, según UBS, el aumento efectivo de la producción fue menor al de las cuotas anunciadas, lo que permitió evitar desequilibrios mayores. Aun así, el riesgo de un exceso de oferta sigue latente y será uno de los puntos centrales en la próxima reunión de la OPEP+.
Fundada en 1960 en Bagdad por Arabia Saudita, Venezuela, Irán, Irak y Kuwait, la OPEP se expandió con los años y hoy está compuesta por 12 miembros. Entre ellos se encuentran también Emiratos Árabes Unidos, Argelia, Nigeria, Libia, Guinea Ecuatorial, Congo y Gabón.
En 2016, el bloque firmó una alianza con otros 10 países —entre ellos Rusia, México y Kazajistán— para crear la OPEP+, una coalición que ha sido clave para coordinar políticas de producción y estabilizar el mercado global.
No todos los países están en condiciones de seguir los compromisos de producción. Venezuela, Irán y Libia están eximidos por limitaciones internas que incluyen sanciones económicas y conflictos armados, lo que afecta su capacidad de extracción y exportación de crudo.
La cita del 7 de septiembre será crucial para definir el rumbo de la política energética del bloque. El desafío será mantener el delicado equilibrio entre precio y volumen, evitando tanto una caída de la rentabilidad como un aumento de la competencia.
Con los precios estabilizados y los mercados atentos a cada movimiento, la OPEP+ se juega más que barriles: busca reafirmar su papel como actor central del mercado energético global.