Por Agroempresario.com
La discusión sobre los altos precios de los autos en Argentina volvió a escena de la mano de Martín Galdeano, presidente de Ford Sudamérica, quien advirtió que el verdadero obstáculo no son los precios de los autos en sí, sino la alta carga impositiva que los encarece de forma considerable. En una entrevista reciente, Galdeano señaló que un Ford Territory, que en la Argentina se comercializa por unos US$40.000, paga alrededor de US$15.000 en impuestos. En cambio, en Chile ese mismo modelo paga sólo US$4500.
"En la medida que sigan bajando impuestos, los precios de los autos pueden seguir bajando", afirmó Galdeano desde las oficinas renovadas de la planta de Pacheco, donde recientemente se anunció una inversión de US$40 millones para ampliar la gama de la pick up Ranger. La comparación con Chile busca poner en evidencia la necesidad de una reforma fiscal que incentive el desarrollo de la industria automotriz y permita competir en igualdad de condiciones en el mercado internacional.
El 2025 está mostrando signos de recuperación para el sector automotor. Galdeano estima que se venderán unas 630.000 unidades, lo que representa un crecimiento del 78% respecto a 2024. "Estamos viendo un muy buen año si lo comparamos con el histórico", dijo, y atribuyó esta mejora a la normalización de la oferta, al regreso del crédito y al impulso de sectores como el agro.
En cuanto a la financiación, el ejecutivo indicó que más del 50% de las operaciones se están realizando con crédito, incluyendo planes de ahorro. A pesar de las altas tasas, el financiamiento en pesos está "volando", mientras que el crédito en dólares crece de manera más lenta y está destinado a quienes tienen ingresos en esa moneda.
Uno de los fenómenos más notables del nuevo panorama automotor argentino es el aumento en la participación de autos importados, especialmente de Brasil y China. Galdeano destacó que el Ford Territory es el vehículo chino más vendido en el país. "El mercado se está normalizando. El cliente encuentra lo que quiere y las terminales pueden ofrecer lo que desean", explicó.
Las pick ups, que han dominado el mercado interno en los últimos años, mantienen su volumen de ventas, pero su participación en el mix disminuye a medida que los SUV ganan espacio gracias a una mayor oferta importada y la baja de algunos impuestos internos, como la primera escala del impuesto al lujo.
Desde diciembre de 2023, los autos aumentaron su precio un 120%, mientras que la inflación acumulada superó el 240%. Esto, según Galdeano, refleja un esfuerzo de las automotrices por contener los precios, ayudadas también por la baja de ciertos impuestos. Sin embargo, insiste en que el 50% del valor de un auto nuevo en el país corresponde a impuestos: IVA, Ingresos Brutos, tasas municipales e internos, entre otros.
El problema también afecta a las exportaciones. Mientras que una pick up fabricada en Pacheco paga entre 12 y 15 puntos de impuestos al salir del país, otras plantas extranjeras no tienen esa carga. Esto, según Galdeano, limita la capacidad de generar empleo y atraer inversiones. "Competimos dentro de la Argentina con reglas similares, pero cuando salimos a exportar, jugamos en desventaja", resumió.
Pese a estas dificultades, Ford anunció una ampliación de su inversión en la planta de Pacheco, llevando el monto total a US$700 millones. Esto permitirá sumar nuevas versiones de la Ranger, como la cabina simple, cabina chasis y otras configuraciones orientadas al trabajo. En 2025 se espera producir unas 75.000 unidades, y en 2026 se elevará a 380 unidades diarias, alcanzando un récord histórico.
En cuanto a la posibilidad de fabricar el SUV Everest o una versión híbrida de la Ranger, Galdeano aclaró que hoy conviene más importarlos desde Tailandia debido a los costos asociados a la localización de piezas y la carga fiscal sobre las exportaciones.
Ante la percepción de que los autos argentinos son caros y de menor calidad, Galdeano fue tajante: "La Ranger que hacemos en Pacheco es la misma que se vende en EE.UU., Europa o China. No producimos modelos exclusivos para el Mercosur. La calidad está a nivel global".
Sobre las nuevas regulaciones que facilitan la homologación de modelos y permiten la importación de autos por particulares, Galdeano opinó que muchas de ellas son positivas porque reducen la burocracia. En cuanto a la importación de autos por particulares, afirmó que no representa una amenaza si el importador paga los impuestos correspondientes: "Si alguien va a Chile, compra un Territory, lo declara y le sale más barato, es porque nosotros estamos haciendo algo mal. El problema son los impuestos".
En resumen, la industria automotriz argentina enfrenta una paradoja: cuenta con productos de calidad global y un mercado en recuperación, pero está limitada por un sistema impositivo que encarece los precios y frena la competitividad internacional. Las palabras de Martín Galdeano exponen la necesidad urgente de una reforma que ponga en el centro a la producción y a los consumidores.