Por Agroempresario.com
En medio de las tensas negociaciones arancelarias con Estados Unidos, Brasil analiza incluir un acuerdo de cooperación sobre tierras raras y minerales estratégicos. Así lo confirmó el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien destacó que estos recursos, clave para la transición energética, podrían ser una carta de negociación para reducir el impacto de las nuevas tarifas impuestas por la administración de Donald Trump.
En declaraciones a una radio local, Haddad afirmó: “Contamos con minerales críticos y tierras raras. Estados Unidos no es rico en estos minerales. Podemos hacer un acuerdo de cooperación para producir baterías más eficaces”. La propuesta se enmarca en un contexto en el que EE.UU. ya expresó su interés por acceder a materiales como litio, niobio y tierras raras brasileñas, esenciales para la fabricación de baterías, autos eléctricos y tecnologías renovables.
Estados Unidos tiene previsto aplicar un arancel adicional a productos brasileños a partir del 7 de agosto, una medida que afectará al 36% de las exportaciones del país sudamericano. La cifra es significativa si se considera que en 2024 las ventas a Estados Unidos alcanzaron los USD 40.000 millones, representando el 12% de las exportaciones totales de Brasil.
A pesar de la inminencia de la medida, el gobierno brasileño mantiene expectativas. Haddad señaló que continúan las negociaciones y que aún es posible ampliar la lista de productos exceptuados, que actualmente incluye rubros clave como petróleo, combustibles, aviones y jugo de naranja. Por el contrario, productos estratégicos como café, carnes y frutas no fueron eximidos y quedarán sujetos al nuevo impuesto.
La posibilidad de incluir un acuerdo sobre minerales estratégicos responde al interés estadounidense por diversificar sus fuentes de aprovisionamiento frente a su dependencia histórica de proveedores como China. Brasil, por su parte, busca minimizar el impacto económico de la medida arancelaria, ofreciendo un activo clave en el comercio internacional del futuro: los minerales de la transición energética.
El país sudamericano posee algunas de las reservas más importantes del mundo de tierras raras, esenciales en la fabricación de baterías, turbinas eólicas, motores eléctricos, chips y otros dispositivos electrónicos. Esto coloca a Brasil en una posición estratégica, en un mundo donde la seguridad energética y el acceso a recursos tecnológicos se han convertido en prioridades geopolíticas.
Las negociaciones comerciales no están exentas de tensiones políticas. Haddad fue enfático al rechazar cualquier tipo de condición impuesta desde Washington que vincule el levantamiento de aranceles con decisiones internas de Brasil, en especial aquellas relacionadas con el expresidente Jair Bolsonaro, actualmente investigado por conspiración golpista.
“Brasil no aceptará un acuerdo condicionado a la suspensión de procesos judiciales contra Bolsonaro”, declaró el ministro. La afirmación surge luego de que se filtrara que la Casa Blanca habría condicionado un eventual alivio arancelario al retiro de las causas judiciales contra el líder ultraderechista, algo que Haddad calificó como inaceptable para la soberanía brasileña.
Haddad adelantó que espera reunirse esta semana con el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, para avanzar en el diálogo. A pesar de que el tiempo apremia, el ministro aseguró que “no estamos trabajando con ese plazo fatídico del 6 de agosto. Seguiremos en la mesa de negociaciones hasta que podamos vislumbrar un acuerdo”.
Según estimaciones oficiales, solo un 4% de las exportaciones brasileñas será afectado directamente por los aranceles, ya que productos como café y carnes pueden redirigirse hacia otros mercados internacionales con alta demanda. Sin embargo, Haddad criticó la decisión de mantener el café en la lista arancelaria, considerando que “encarecerá el producto para el consumidor estadounidense” en un contexto de demanda creciente.
La inclusión de minerales críticos en las negociaciones podría abrir una nueva etapa de cooperación tecnológica entre Brasil y Estados Unidos, con foco en la economía verde. También refleja el creciente valor estratégico que han adquirido los recursos naturales en la configuración de las relaciones internacionales contemporáneas.
En un mundo en transición hacia energías limpias, países como Brasil podrían transformarse en proveedores clave de insumos para industrias tecnológicas, al tiempo que refuerzan su rol diplomático en foros multilaterales. La capacidad de negociar con inteligencia estos recursos será clave para fortalecer su economía y garantizar soberanía en un escenario global complejo.