Por Agroempresario.com
En 2025, Argentina experimentó un récord en las importaciones de carne vacuna, superando las 10.000 toneladas entre enero y junio, un volumen que no se veía desde 2019. Esta suba se inscribe en la política de apertura comercial impulsada por el gobierno de Javier Milei y representa un cambio significativo tras años de bajas constantes.
El frigorífico Swift, parte del grupo brasileño Minerva Foods, fue uno de los protagonistas de este movimiento, con 6.200 toneladas de carne sin hueso importadas para abastecer tanto sus líneas de hamburguesas como a supermercados. A pesar del aumento, desde la industria señalan que este volumen sigue siendo ínfimo en comparación con la producción local, y que incluso puede contribuir a mejorar la balanza comercial al complementar la oferta.
Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, recogidos por Bloomberg Línea, las importaciones argentinas de carne vacuna alcanzaron en la primera mitad de 2025 un nivel que iguala registros máximos de 2019, cuando se ubicaron alrededor de 12.000 toneladas.
Tras ese pico, las compras externas descendieron sostenidamente durante cinco años, tocando un mínimo en 2024 con menos de 2.000 toneladas. Sin embargo, el presente año mostró un abrupto repunte, revirtiendo la tendencia y posicionando nuevamente a Argentina en cifras altas.
Entre enero y abril, se habían importado 4.717 toneladas de carne sin hueso, con un valor estimado en 18,7 millones de dólares, principalmente desde países vecinos como Brasil, Paraguay y Uruguay.
Pese al incremento de importaciones, la industria considera que su volumen es marginal frente al mercado interno, que registró un consumo total de 761.800 toneladas res con hueso en los primeros cuatro meses del año.
Datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) indican que el consumo interno entre enero y junio creció un 11,8% respecto al mismo período de 2024. Además, la ingesta de carne vacuna por habitante llegó a 50,1 kilos por año, mostrando un incremento interanual del 5,2%.
La producción local supera las 3,2 millones de toneladas res con hueso, y Argentina se mantiene como un exportador destacado: en 2024 envió al mundo 935.261 toneladas, con un valor que alcanzó los 2.972 millones de dólares, un aumento del 8,6% respecto a 2023.
Fuentes del sector exportador, consultadas por LA NACION, subrayan que las importaciones desde Brasil y otros orígenes son marginales dentro del mercado argentino. Destacan que la novedad radica en la apertura a nuevos orígenes y que el volumen de importación sigue creciendo mes a mes.
Además, argumentan que la llegada de carne para cortes de menor valor podría ser positiva, ya que permitiría potenciar la exportación de cortes premium, un esquema común en mercados como el estadounidense.
Fernando Canosa, de la consultora Conocimiento Ganadero, señala que la Argentina debería adoptar una visión similar a la de Estados Unidos, que mantiene un equilibrio estratégico: importa carne para productos industrializados, como hamburguesas, y exporta cortes de alta calidad.
En este sentido, Canosa destaca que la cantidad importada actualmente es insignificante si se la analiza en términos per cápita —aproximadamente 40 a 43 gramos por habitante al año— y puede contribuir a aumentar el superávit comercial.
“Si se exporta carne de mayor valor e importa carne de menor valor, el resultado es beneficioso para todos los argentinos”, afirmó.