Por Agroempresario.com
La agricultura argentina se prepara para una campaña 2025/26 con una inversión histórica que alcanzará los US$24.600 millones, según un informe elaborado por el productor y exvicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet. Este monto contempla gastos en siembra, insumos y labores para los tres cultivos principales: soja, maíz y trigo.
Roulet destaca que el 70% de la superficie cultivada corresponde a campos alquilados, mientras que el restante 30% son tierras propias. En soja, por ejemplo, se proyecta sembrar un total de 17,6 millones de hectáreas, que se dividen en 15,5 millones como cultivo único y 2,1 millones en doble cultivo con trigo.
El informe también detalla la inversión por hectárea, que varía según el tipo de cultivo y la tenencia de la tierra. En campos alquilados, la soja demanda US$763 por hectárea, el maíz US$1011 y el trigo US$773. En terrenos propios, los costos directos bajan, pero se suma un “costo oportunidad de la tierra” estimado en US$300 por hectárea, que representa un monto adicional de US$2.889 millones. Con este ajuste, la inversión total proyectada para la campaña alcanzaría los US$27.489 millones.
El componente más significativo de la inversión son los insumos, que representan el 56,3% del total, seguidos por los alquileres con el 32,7% y las labores con el 11%.
Una diferencia clave que destaca Roulet en el estudio es la comparación con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversores (RIGI). Durante los dos primeros años de gobierno de Javier Milei, el agro invertirá US$50.000 millones, frente a los US$9.000 millones comprometidos bajo RIGI, que además cuenta con beneficios fiscales de larga duración como deducción de impuesto a las ganancias, devolución del IVA y amortización acelerada.
El impacto en divisas también es contundente. Según datos del Indec, en 2024, con inversiones realizadas en 2023, los cultivos de soja, maíz y trigo generaron exportaciones por un total de US$29.650 millones. La soja aportó US$19.624 millones, el maíz US$7.263 millones y el trigo US$2.763 millones. Para la campaña actual, se espera una cifra aún mayor.
Este flujo de inversiones y divisas diferencia al agro argentino de otros sectores, ya que su desarrollo es inmediato y genera retornos exportables en plazos cortos, lo que contribuye significativamente a la economía nacional.