Por Agroempresario.com
Los mercados financieros argentinos reaccionaron con rapidez al traspié del Gobierno en el Congreso, tras la anulación del veto al aumento de las prestaciones por discapacidad. La medida provocó caídas de más del 2% en los bonos dolarizados, mientras que las acciones borraron casi todas las ganancias acumuladas a lo largo de la jornada. La situación refleja la preocupación de los inversores por el impacto fiscal de las medidas aprobadas y la fortaleza de un arco opositor cada vez más crítico.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, enfrentan un escenario complejo luego de que la Cámara de Diputados decidiera rechazar el veto presidencial. Los bonos en dólares fueron los más afectados, con caídas que en algunos casos superaron el 2%. Por su parte, las acciones locales eliminaron casi todas las subas del día, reflejando la incertidumbre generada por la votación.
El mercado reaccionó de manera inmediata, ya que muchos operadores no tuvieron tiempo de anticipar los efectos del fallo del Congreso. La anulación del veto generó rumores sobre una mayor intervención legislativa en el gasto público, lo que incrementó la percepción de riesgo entre los inversores.
El dólar oficial experimentó un aumento marginal hasta $1.315, mientras que la política de mantener tasas de interés reales altas, superiores en más de 30 puntos a la inflación esperada, contribuyó a que el tipo de cambio se mantuviera relativamente estable. Esta medida ayudó a mitigar los efectos inmediatos en el mercado cambiario, aunque la presión sobre los activos financieros locales se mantuvo.
Más allá de los efectos económicos concretos, la votación dejó en evidencia la debilidad del Gobierno. Para frenar la iniciativa en Diputados, el Ejecutivo necesitó el voto afirmativo de dos tercios de los presentes, alcanzando apenas 75 apoyos, lejos de los 87 necesarios en la última votación similar. Esto evidencia que un amplio sector del arco político no respalda plenamente las políticas de equilibrio fiscal impulsadas por el Ejecutivo.
El propio Gobierno había alertado sobre el riesgo que implicaban los proyectos aprobados, que incluyen aumentos de jubilaciones, moratoria, discapacidad y cambios en el impuesto al combustible. Según estimaciones, estas medidas podrían impactar hasta un 2,5% del PBI, eliminando directamente el superávit fiscal si no se compensan con recortes equivalentes en el gasto.
Entre los proyectos aprobados también se incluyen incrementos en el presupuesto universitario y la denominada ley Garrahan. Ninguno de estos avances legislativos vino acompañado de un plan concreto para enfrentar el aumento del gasto, lo que deja espacio para que el Gobierno busque la judicialización de las leyes para evitar su entrada en vigor.
Los bonos de mediano y largo plazo fueron los más afectados, debido a su mayor sensibilidad frente a cambios en las expectativas fiscales y políticas. La preocupación principal radica en la capacidad del Gobierno para mantener el superávit fiscal y garantizar el pago futuro de la deuda.
Sin embargo, los analistas destacan que la verdadera influencia sobre los mercados dependerá de los resultados electorales. Un buen desempeño del Gobierno en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre podría mejorar la confianza de los inversores, dejando en segundo plano los temores generados por las votaciones recientes.
El mercado sigue atento a la evolución de las elecciones legislativas, previstas para el 26 de octubre. Si La Libertad Avanza logra incrementar su presencia en el Congreso, los inversores podrían interpretar esto como un respaldo a la continuidad de las políticas económicas del Ejecutivo. Por el contrario, un resultado menos favorable podría mantener la presión sobre los bonos y las acciones, prolongando la volatilidad en los mercados financieros locales.
En definitiva, el traspié del Gobierno en el Congreso no solo tuvo un impacto inmediato en los mercados, sino que también evidencia la compleja interacción entre política, gasto público y expectativas económicas. La atención de inversores nacionales e internacionales permanece centrada en la capacidad del Ejecutivo para consolidar la estabilidad fiscal y en los resultados de las elecciones que se avecinan.