Por agroempresario.com
En el dinámico escenario de la transición energética global, Argentina emerge como un jugador clave en la producción de minerales críticos, especialmente litio y cobre. Este protagonismo ha despertado el interés de la Unión Europea, que busca asegurar el suministro de estos recursos esenciales para la industria verde, reducir su dependencia de China y posicionarse como socio estratégico del país sudamericano.
Durante los últimos días, dos eventos de alto perfil celebrados en Buenos Aires reflejaron esta creciente atención: el Global Trade and Innovation Policy Alliance Argentina 2025, organizado por la Fundación Internacional Bases en Eseade, y la Iniciativa Minera Sueca, impulsada por la Embajada de Suecia con la presencia de líderes políticos, diplomáticos, ejecutivos del sector minero y representantes de think tanks internacionales.
La Argentina se encuentra en el corazón del llamado Triángulo del Litio (junto a Bolivia y Chile), una de las regiones con mayor concentración de este mineral en el mundo. Su perfil exportador, marco democrático e institucional, y apertura a la inversión extranjera la convierten en un destino estratégico para países como Suecia, que ven en la minería argentina una vía para fortalecer sus cadenas de valor industrial en un mundo cada vez más dependiente de energías limpias.
Torsten Ericsson, embajador sueco en Buenos Aires, fue categórico: "Argentina es un socio natural y estratégico para Suecia y para Europa. Su riqueza en minerales críticos como litio, cobre y tierras raras es esencial para tecnologías como baterías, turbinas eólicas y otros dispositivos clave para la transición verde y digital."
Ericsson también destacó la complementariedad en innovación y sustentabilidad entre ambos países. "Suecia tiene más de mil años de historia minera y nuestras minas son laboratorios vivientes de innovación, como lo demuestra el desarrollo de acero sin uso de combustibles fósiles", señaló.
La segunda edición de la Iniciativa Minera Sueca, realizada en el Faena Hotel de Puerto Madero, contó con la participación del gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, el secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, y figuras internacionales como Henrik Hallgren, director del Consejo Internacional de la Industria Sueca (NIR) y líder del Eurasia Forum, un reconocido think tank con sede en Estocolmo.
El evento incluyó paneles sobre gestión de relaves, eficiencia energética, transporte de carga pesada y sustentabilidad hídrica, con aportes del Instituto Tecnológico de Luleå y el Instituto Ambiental de Estocolmo. Las empresas suecas Volvo Trucks & Buses, Epiroc, Scania, Hitachi Energy y Uddeholm presentaron sus soluciones para una minería más eficiente y limpia.
Según Hallgren, "Argentina es uno de los países mineros más interesantes del mundo por la promoción activa de proyectos y el gran potencial aún sin desarrollar, especialmente en cobre y litio." También subrayó la importancia de la estabilidad en materia de políticas públicas, permisos y sostenibilidad.
El interés internacional no es solo una expresión diplomática. La minera francesa Eramet, por ejemplo, eligió Argentina para iniciar la producción de litio a fines de 2024. Su representante, Manuel Giménez Zapiola, explicó: "Dentro del Triángulo del Litio, Argentina es el destino favorito de grandes inversiones por sus ventajas comparativas. Pero aún estamos en una etapa de potencial más que de liderazgo."
En el evento organizado en Eseade, también participó Ignacio Celorrio, ejecutivo de Lithium Argentina, quien coincidió en que hay una distancia considerable entre las expectativas del mercado global y la realidad operativa actual. Ambos reclamaron mejoras urgentes en infraestructura: caminos, transporte de energía y trenes de carga, que son indispensables para escalar la producción de litio en el noroeste argentino (NOA), donde muchos proyectos aún dependen de fuentes energéticas propias.
Cecilia Domínguez, responsable de sustentabilidad de la Cámara de Empresas Mineras de Argentina (CAEM), reveló que la producción nacional de litio superará las 130.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) en 2025, lo que representa un incremento del 75% respecto de las 74.600 toneladas de 2024. Actualmente, hay siete proyectos de litio en producción, en provincias donde el mineral representa entre el 40% y 80% de las exportaciones.
La invasión rusa a Ucrania cambió las reglas del juego energético mundial. Desde entonces, Europa ha incrementado su dependencia de las energías renovables chinas, lo cual genera inquietud entre los líderes del bloque. Así lo expresó Ventsislav Benov, CEO del Arc Fund, un fondo europeo que financia proyectos energéticos sustentables: "Europa necesita diversificar urgentemente sus fuentes de materias primas. Argentina es un socio ideal, tanto por sus recursos como por su marco democrático."
Benov destacó que la inversión europea en Argentina busca cumplir con requisitos industriales, ambientales y sociales, alineados con los estándares ESG (ambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés).
Frente a la tensión geopolítica entre EE.UU. y China, Henrik Hallgren propuso un enfoque pragmático: "La elección estratégica no es entre potencias externas en competencia, sino entre beneficios de corto plazo y desarrollo de largo plazo. Europa puede ser un socio industrial y tecnológico clave, sin imponer ataduras geopolíticas."
En este contexto, Argentina debe jugar con inteligencia su posición privilegiada. Tiene la posibilidad de convertirse en el "país minero del futuro", como lo describió Hallgren, pero para lograrlo necesita una hoja de ruta clara: infraestructura adecuada, políticas públicas consistentes, permisos predecibles y un entorno que promueva tanto la inversión como la sostenibilidad.
La minería, especialmente del litio y el cobre, no solo representa una fuente de divisas y empleo, sino una herramienta para integrarse en las cadenas de valor globales de la energía limpia, que marcarán el rumbo económico del siglo XXI.