El Banco Central redujo este jueves la tasa de interés que paga a los bancos por los pesos excedentes que recibe, una medida que apunta a abaratar el crédito y sostener la actividad económica en un contexto de estabilidad cambiaria. Según operadores del mercado, la tasa “simultánea” cayó de 22% a 20% nominal anual, un movimiento observado en la previa de una licitación de deuda que el Tesoro realizará la próxima semana.
La decisión se conoció por la mañana, cuando la autoridad monetaria volvió a ajustar el rendimiento de este instrumento que se transformó en una referencia clave desde la eliminación de las antiguas Lefi. Con esta baja, el Gobierno busca flexibilizar la política monetaria en un período marcado por una mayor demanda estacional de pesos, propia del cierre del año.
El recorte se produjo días antes de una colocación del Tesoro por la que enfrentará vencimientos por $14,5 billones, una cifra relevante en el calendario financiero. De acuerdo con fuentes del mercado consultadas por operadores, la coordinación entre ambas áreas apunta a mejorar las condiciones para renovar esa deuda en pesos con menor presión para los inversores.
La reducción de tasas tuvo impacto inmediato en algunos instrumentos del mercado financiero. La caución bursátil, utilizada por empresas e inversores para conseguir liquidez en el muy corto plazo, operó alrededor de 18%, mientras que el costo del repo, el préstamo entre entidades financieras, llegó a ubicarse en 22%. Sin embargo, con el avance de la jornada, ambos rendimientos volvieron a acercarse a los niveles previos.
Se trata del segundo recorte en noviembre. El anterior había sido el 5 de este mes, cuando el BCRA redujo el rendimiento del 25% al 22%. Aquella medida siguió a un ajuste más profundo aplicado a fines de septiembre, después de que el Gobierno recibiera promesas de respaldo financiero del Tesoro de Estados Unidos. En ese episodio, la tasa descendió desde el 35% al 25%, marcando el inicio de un ciclo más expansivo en términos monetarios.
La reacción cambiaria fue inmediata. En las primeras horas de la tarde, el dólar minorista subió $10 en el Banco Nación, para ubicarse en $1440. En paralelo, las cotizaciones financieras avanzaron hasta 1%: el MEP llegó a $1447,51, mientras que el contado con liquidación operó en torno a $1487,21. Según operadores, estos movimientos se enmarcan dentro de la volatilidad habitual tras anuncios de política monetaria, aunque no alteran el cuadro de calma cambiaria que se consolidó tras las legislativas.
La tasa simultánea se utiliza desde el 15 de julio como nuevo mecanismo para retirar liquidez. Funciona como un depósito a un día en el que los bancos colocan excedentes de pesos, a cambio de una remuneración fijada por el BCRA. Al 18 de noviembre, último dato disponible, el monto operado en este canal rondaba los $3,4 billones, por debajo del pico de $5,6 billones alcanzado en septiembre, cuando la economía atravesaba una fase de mayor tensión financiera.
Con esta nueva baja, el Gobierno refuerza su estrategia de aflojar el sesgo contractivo de la política monetaria, en línea con la mejora en los indicadores financieros tras las legislativas. El desafío ahora será sostener la estabilidad cambiaria en un diciembre tradicionalmente exigente para la demanda de pesos y el financiamiento del sector público.