El ex viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, aseguró que en la situación actual del país “las decisiones de Trump y Bessent son más importantes que las de Milei”. Según el economista, el reciente apoyo financiero de Estados Unidos refleja la falta de solidez del plan económico local y la vulnerabilidad histórica de Argentina frente a los desequilibrios externos.
Rubinstein afirmó que si el Gobierno llegara a perder las elecciones, la ayuda norteamericana podría desaparecer, dejando al país nuevamente expuesto a tensiones cambiarias y restricciones financieras.
“Siempre dependemos de ayuda externa en un país tan frágil. El respaldo de Washington deja en evidencia la debilidad de todo el esquema”, dijo Rubinstein. En este sentido, recordó que sin la asistencia estadounidense, que incluyó la compra de pesos y un swap de 20.000 millones de dólares, el Gobierno habría tenido que recurrir a medidas extremas como controles cambiarios más estrictos o feriados cambiarios para llegar a las elecciones, dado que los recursos internos eran insuficientes para cubrir las necesidades.
El economista mencionó que en apenas tres días se perdieron mil millones de dólares y advirtió que la situación era crítica: “Pensaba, ¿qué van a hacer? ¿Un nuevo cepo fuerte? Mala noticia. ¿Devaluar ahora? No. ¿Soltar el tipo de cambio antes de las elecciones? Tampoco”. Según Rubinstein, ningún programa económico es sólido si depende de un rescate de último momento.
Rubinstein explicó que para el FMI las reservas internacionales argentinas son negativas en aproximadamente 7.000 millones de dólares. Además, criticó la utilización del swap chino: “La parte no activada, unos 13.000 millones de dólares, no vale nada. Solo puede usarse para comercio exterior si el gobierno chino lo autoriza”.
En el mismo sentido, cuestionó al director del Banco Central por el ministerio de Economía, Federico Furiase, señalando que tergiversa la información al contabilizar encajes como reservas y considerar activado el tramo del swap chino, inflando así artificialmente las cifras oficiales.
Rubinstein destacó la intervención del Tesoro y del presidente norteamericano como un logro político frente al fracaso del plan económico local. “Si no hubiera habido este rescate, se iba todo al diablo. Estábamos al borde del colapso, en plena corrida, con el dólar tocando el techo de la banda y ventas masivas de divisas. Fue un alivio inesperado”, afirmó.
El economista subrayó que la asistencia externa, en este caso de EEUU, fue determinante para evitar una crisis inmediata, pero advirtió que la estabilidad macroeconómica requiere condiciones internas sólidas y sostenibles.
Rubinstein comparó la situación actual con la gestión de Cristina Kirchner, afirmando que su política económica fue mucho más dañina que la de Milei. “Cristina fue un desastre económico. Estamos pagando las consecuencias. Su política fue mucho peor que la de Milei”, aseguró.
El ex funcionario recordó el déficit fiscal durante su gobierno y la significativa pérdida de reservas entre 2011 y 2015. “Se tiraron 40.000 millones de dólares a la basura por no querer aumentar las tarifas, buscando que la gente no sufriera el aumento de la luz y que la industria tuviera energía barata. Fue insostenible”, concluyó.
Rubinstein también analizó los posibles efectos de los resultados electorales sobre la ayuda estadounidense. “Si Milei pierde, la ayuda puede desaparecer. Hay que ver si este respaldo es condicional y cuánto realmente sirve”, dijo.
No obstante, valoró que se haya solicitado al oficialismo negociar con la oposición para lograr estabilidad macroeconómica: “Ojalá sea el inicio de un apoyo institucional a la estabilidad de Argentina, sin importar quién gobierne, siempre que haya responsabilidad fiscal”.
El economista insistió en que la solidez económica requiere un conjunto de condiciones internas, y que la asistencia externa ayuda a aliviar el esfuerzo local. “Si nos ayudan desde afuera, mucho mejor; si no, el esfuerzo interno es extremadamente elevado”, agregó.