El Ministro de Economía, Luis Caputo, ofreció detalles sobre su reciente viaje a Estados Unidos, donde se cerraron los aspectos técnicos del acuerdo bilateral que busca contener la presión cambiaria en Argentina. El entendimiento incluye un swap por 20 mil millones de dólares y un esquema de compra de bonos y pesos que, según explicó, continuará tras las elecciones legislativas del 26 de octubre.
En una entrevista con Luis Majul por LN+, Caputo confirmó la continuidad del sistema de bandas cambiarias y una flotación administrada del dólar, rechazando los rumores sobre una inminente devaluación o un giro hacia la dolarización total de la economía.
Consultado sobre si el Gobierno analiza dolarizar la economía, Caputo fue tajante: “Sí, puede ser una alternativa, pero no para este momento”. El ministro sostuvo que el objetivo principal del Ejecutivo es consolidar un esquema monetario-cambiario que permita el crecimiento sostenido y que, por ahora, el modelo vigente ha demostrado efectividad.
“El foco está en lograr estabilidad sin resignar soberanía monetaria. Vamos a seguir con bandas y flotación del tipo de cambio”, afirmó.
Caputo reveló que durante su estadía en Washington D.C. las conversaciones con funcionarios del gobierno de Donald Trump fueron “sumamente constructivas” y que Estados Unidos está dispuesto a mantener su intervención en el mercado libre de cambios, incluso operando en el dólar financiero, en los futuros y en bonos.
“Todas las herramientas están sobre la mesa. Ellos ven con buenos ojos el rumbo económico y están comprometidos a seguir acompañando”, señaló.
El ministro calificó el respaldo estadounidense como “la noticia más importante de las últimas décadas”, al destacar que la mayor potencia mundial “le dice a los argentinos que si siguen por este camino económico, les va a ir bien”.
Para Caputo, el apoyo norteamericano no implica ningún tipo de condicionamiento político. “Es un disparate pensar que el respaldo financiero de EE.UU. significa intervención en nuestras decisiones. Esto beneficia a ambos países”, aclaró.
El funcionario remarcó que Argentina se consolidó como un socio estratégico de Estados Unidos en la región, y que el propio presidente Javier Milei invirtió tiempo en fortalecer esa relación. “Trump ve a Argentina como un aliado global. Es importante para ellos mostrar que a sus aliados les va bien”, añadió.
En un pasaje más político de la entrevista, Caputo afirmó que la asistencia del gobierno estadounidense también respondió a un contexto de inestabilidad local: “Ellos identificaron un ataque político, y no hacía falta al FBI para verlo. El kirchnerismo fue bastante explícito en su accionar”, expresó.
El ministro aseguró que Washington está alineado con las políticas actuales del Gobierno y que la prioridad compartida es sostener la estabilidad y la gobernabilidad en Argentina.
Caputo reconoció que uno de los temas abordados en Estados Unidos fue la necesidad de construir gobernabilidad y fortalecer la confianza interna. “Es una obviedad, no solo porque lo pida Estados Unidos, sino porque es esencial para el desarrollo del país”, explicó.
Sin embargo, admitió que la relación con los gobernadores se resintió en los últimos meses: “Se resquebrajó la confianza, pero vamos a trabajar para reconstruirla”.
En un gesto autocrítico, señaló: “Fue un error de mi parte no haberme involucrado más en la relación política con las provincias. Confié demasiado en el respaldo presidencial y eso nos alejó del diálogo directo”.
Caputo destacó su buena relación con la mayoría de los mandatarios provinciales, a quienes definió como “dirigentes que quieren un país mejor”. No obstante, diferenció a ese grupo de los sectores opositores: “Después tenés al kirchnerismo, que quiere que al país le vaya mal”.
El funcionario también se refirió al desempeño económico general y a los desafíos del modelo actual. “Si la economía crece como creció durante nuestra gestión, es porque nos ocupamos de la macro. Lo micro depende más del sector privado”, explicó.
Caputo subrayó que el crecimiento no es homogéneo y que algunos sectores aún enfrentan dificultades, pero insistió en que la estabilidad fiscal y monetaria son la base para una recuperación más amplia y sostenida.
De cara al último trimestre del año, Caputo confía en que el respaldo estadounidense y el orden fiscal permitirán mantener la calma cambiaria. “La economía argentina tiene hoy un respaldo inédito. Lo que viene dependerá de mantener el rumbo y la confianza”, concluyó.
Con esta afirmación, el ministro buscó llevar tranquilidad al mercado, reforzando la idea de que no habrá sobresaltos después de las elecciones legislativas y que el Gobierno apuesta a una transición sin sobresaltos en materia cambiaria.