El Banco Central de la República Argentina (BCRA) trazó una nueva hoja de ruta tecnológica con foco en el Open Finance, un modelo que busca integrar a la banca tradicional, las fintech y los organismos públicos en un mismo ecosistema de datos. La iniciativa fue presentada por Juan Inchauspe, director del BCRA, durante su participación en el Forbes Fintech & Technology Summit, realizado el 28 de octubre de 2025 en Buenos Aires. Según explicó el funcionario, el objetivo es expandir el acceso al crédito y promover la inclusión financiera, aprovechando la infraestructura digital que el país ha desarrollado en la última década.
Inchauspe destacó que el sistema de pagos argentino se encuentra en un momento de transformación acelerada, marcado por la interoperabilidad de plataformas y el crecimiento sostenido de los pagos digitales. “La agenda de pagos en la Argentina creció muchísimo en los últimos diez años”, señaló el funcionario ante empresarios y reguladores del sector. En ese sentido, subrayó que el país atraviesa una etapa de consolidación tecnológica impulsada por herramientas como el pago con transferencia, el uso del código QR y la digitalización de servicios públicos como la tarjeta SUBE.

Para el director del BCRA, el paso siguiente es la implementación del Open Finance, un modelo que amplía el concepto del Open Banking y otorga al usuario el control sobre sus propios datos financieros. “El usuario se hace dueño de su información y puede decidir con quién compartirla. A diferencia del Open Banking, incorporamos datos provenientes de organismos del Estado como la AFIP o la Aduana”, explicó Inchauspe. Esta apertura permitiría centralizar y unificar información económica, desde los movimientos bancarios hasta el historial impositivo o laboral, con el fin de construir un perfil crediticio más completo y confiable.
El funcionario del Banco Central remarcó que el principal propósito de esta transformación es mejorar el acceso al crédito. Según detalló, “al facilitar la trazabilidad y simplificar el intercambio de información, buscamos ofrecer más y mejores préstamos a la gente”. De acuerdo con esta visión, el Open Finance permitiría reducir los costos de intermediación, agilizar los procesos de evaluación crediticia y ampliar el alcance del sistema financiero hacia sectores tradicionalmente excluidos, como trabajadores informales o emprendedores sin historial bancario.
El modelo, además, abre la puerta a un nuevo tipo de competencia en el mercado financiero. Fintechs, bancos y empresas tecnológicas podrían ofrecer productos personalizados basados en el análisis de datos, lo que fortalecería la transparencia y la eficiencia del sistema. “El Open Finance impulsa la competencia y genera condiciones más justas entre todos los actores del ecosistema”, sostuvo Inchauspe.
Uno de los desafíos más relevantes que enfrenta esta transformación es el marco regulatorio. Inchauspe reconoció que el avance tecnológico “empuja y desafía a la regulación a avanzar con celeridad”, aunque insistió en que el BCRA mantiene una visión equilibrada entre innovación y protección del sistema. “Estamos construyendo el avión en el aire. La velocidad de los cambios es tal que ningún país puede anticiparse del todo. Pero lo importante es mantener el diálogo entre todos los sectores para garantizar una cancha pareja”, afirmó.
El funcionario explicó que la autoridad monetaria promueve una mesa de trabajo permanente con bancos, fintechs y empresas de tecnología para acordar estándares comunes, protocolos de seguridad y mecanismos de interoperabilidad. Esta metodología, aseguró, permitió resolver desafíos como la apertura de la SUBE y la expansión del sistema QR interoperable.
Consultado sobre la vigencia del efectivo, Inchauspe coincidió en que su uso disminuirá progresivamente, aunque defendió la libertad de elección del usuario. “El efectivo seguirá siendo un medio más de pago. No necesariamente el dinero en efectivo es negro. Nuestra tarea es garantizar que las personas tengan todas las opciones disponibles y que operar sea cada vez más fácil”, dijo.
El avance hacia los pagos digitales también aporta un valor agregado en materia de trazabilidad, lo que se traduce en un mayor conocimiento del comportamiento financiero de los usuarios. Esta información —que puede incluir desde el pago del celular o un seguro hasta los aportes a la AFIP— permite construir perfiles crediticios alternativos y ofrecer productos financieros más inclusivos.
Inchauspe cerró su exposición con una mirada optimista sobre el futuro del ecosistema fintech argentino, al que definió como “uno de los más dinámicos de la región”. “La innovación es infinita y la Argentina está muy bien posicionada gracias a su economía del conocimiento. El futuro es muy próspero y depende de que sigamos desarrollando nuestras propias soluciones”, concluyó.
El camino hacia el Open Finance plantea así una nueva etapa para el sistema financiero argentino, donde la colaboración entre el sector público y privado será clave para consolidar un modelo más transparente, competitivo e inclusivo. Si el Banco Central logra articular los intereses de todos los actores y garantizar la seguridad de los datos, Argentina podría convertirse en uno de los referentes latinoamericanos en la apertura financiera digital.