El hallazgo de arsénico en el agua de Carhué, provincia de Buenos Aires, en 2009, impulsó a los primos Pablo y Juan Manuel Martelli a desarrollar un purificador capaz de eliminar el metaloide mediante nanotecnología. Lo que comenzó como una solución local ante un problema de salud pública se transformó en General Water Company, una firma con operaciones internacionales y una valuación cercana a US$ 100 millones.
Desde su inicio, la compañía fabricaba los equipos de manera artesanal y establecía un contacto directo con las familias afectadas, lo que permitió entender de forma precisa las necesidades del mercado y generar confianza a través del boca a boca. Con el tiempo, la empresa consolidó tres líneas de negocio: tratamiento de agua para la industria minera, soluciones para PyMEs de alimentos y productos para el consumo hogareño, bajo la marca Hidrolit. Además, lanzaron Chill, una línea de botellas y termos reutilizables de acero inoxidable.

"Somos la única firma del mercado que ofrece un ecosistema 360° totalmente integrado, en el que la sinergia entre nuestras marcas transforma el paradigma del consumo: desde la reducción de envases desechables, que encarecen el consumo y afectan el medioambiente, hasta la entrega de soluciones completas que benefician al consumidor y al planeta", explican los fundadores a Forbes
El crecimiento de General Water también se refleja en cifras concretas: proyectan vender más de 230.000 productos en 2025, con picos de actividad durante fechas clave del comercio electrónico como Hot Sale y Cyber Monday, que los posicionaron entre los líderes del sector en Argentina. La compañía opera con capital propio y sin deuda, lo que, según Pablo Martelli, permite un crecimiento más previsible y sustentable.

El compromiso ambiental es otro eje de la firma. Hidrolit fue pionera en ofrecer soluciones efectivas contra el arsénico y cuenta con la certificación Empresa B, un reconocimiento que poseen apenas 270 compañías argentinas. Según la empresa, el uso de sus purificadores y botellas reutilizables evitó el consumo de miles de millones de envases plásticos en 15 años y permite a los hogares reducir entre un 90% y 95% su gasto anual en agua embotellada.
Para atender la creciente demanda, General Water invirtió en una planta de 3.600 m² en un parque industrial bonaerense, que quintuplicará la capacidad productiva y facilitará la expansión internacional a partir de 2026. Juan Manuel Martelli : "Queremos que la fábrica sea un emblema de cómo se puede producir con el menor efecto ambiental posible".
En términos de expansión global, la empresa busca socios estratégicos a través de Private Equity, priorizando “smart money”: capital acompañado de experiencia, redes de contacto y gestión profesional. Sus próximos objetivos incluyen Brasil, Estados Unidos y Europa, siendo España el punto de entrada al continente europeo por la lengua y similitudes culturales. En América Latina, México será un trampolín hacia los mercados del norte.
Con una expansión anual superior al 100%, sin endeudamiento y un modelo replicable en distintos mercados, General Water se posiciona como un referente de innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental, partiendo de un problema local que logró proyectarse como una oportunidad de negocio global.