En el marco de la Segunda Temporada de “De Villanos a Héroes”, recibimos a Felipe Lanusse, gerente de Bamba, en una entrevista exclusiva con Carlos Becco, quien analizó los desafíos y oportunidades de la digitalización financiera en el agro argentino. Desde San Antonio de Areco, la empresa celebra cinco años de trayectoria, desde la cual se impulsan soluciones digitales que buscan simplificar la operatoria financiera de productores, transportistas y pymes agroindustriales. Con más de 540 clientes activos y más de un millón de transacciones, Bamba consolida su lugar como un actor clave en la transformación del ecosistema financiero rural.
Fundada en 2020, en plena pandemia, Bamba nació con una idea clara: ofrecer una billetera digital diseñada para las necesidades reales del campo. Lanusse explicó el origen del nombre y su significado: “Bamba significa llanura, campo plano, tierra fértil en Quechua” y agregó: ”Nosotros estamos en San Antonio de Areco, ese nombre es identificarnos con la zona y el campo que es la cuenca productiva a la cual nosotros apuntamos”.
La compañía acaba de cumplir cinco años, y consolida un modelo de negocios que combina innovación tecnológica con la practicidad que exige la gestión diaria en el sector agropecuario. “Es una propuesta orientada a las necesidades de las pymes”, señaló.
El nacimiento de Bamba estuvo atravesado por un contexto desafiante. Lanusse recordó: “nosotros arrancamos Bamba a fines de la pandemia. Antes no se operaban ni con cheques electrónicos, pero claramente hubo un cambio. El cambio cultural de la pandemia fue muy fuerte, y eso hace que cualquier propuesta digital sea más permeable a lo que hubiese sido antes de la pandemia”.

El equipo fundador estuvo integrado por Lanusse junto a Luis Casanova, su socio, y los hermanos Diaz Colodrero, empresarios agroindustriales — Fernando, Pablo y Javier— con una visión compartida: aprovechar la tecnología para brindar servicios financieros a escala en el campo. “Vimos la posibilidad de que a través de un negocio de plataforma, aplicando tecnología, podíamos dar servicios financieros a escala en el campo y con eso nos lanzamos”, recordó.
A cinco años de aquel inicio, el gerente de Bamba celebra el recorrido y la consolidación del proyecto: “Cumplir cinco años con todos los desafíos que eso implica es un montón de tiempo en la Argentina, donde un emprendimiento tiene la misma carga impositiva, los mismos vaivenes macroeconómicos que una empresa establecida. Es un doble desafío”.
Lanusse destacó que la clave del crecimiento fue sostener la confianza en el sistema financiero digital: “Algo clave en finanzas es la confianza. La plataforma es súper robusta y poder realizar tantas operaciones todos los días es una gran satisfacción”.
El corazón de la propuesta de Bamba está centrado en su billetera digital, que permite realizar pagos, cobros, inversiones y acceder a crédito de manera integrada. “Básicamente lo que buscamos hacer es que el manejo financiero sea bien sencillo y eficiente, entendiendo que el productor, el contratista o el transportista generalmente no tienen una estructura de gente como pueden ser otras empresas más grandes. Sin embargo, tratamos de que accedan a las mismas soluciones que esas empresas”, explicó Lanusse.
La billetera ofrece una cuenta de pago con remuneración automática, una solución que optimiza la gestión de fondos sin necesidad de realizar operaciones manuales. “Por el banco tradicional o por los que operan fondos, uno tiene que hacer la operación. Esto lo hace automático, es más simple”, detalló.
Además, Bamba desarrolló soluciones de tarjetas Mastercard internacionales, que facilitan el control de gastos y permiten operar tanto con fondos disponibles como con líneas de crédito vinculadas a acopios o corredores. “Ahora empezamos a permitirle a los clientes que puedan consumir contra líneas que le dan su acopio o corredor. Es un adelanto comercial con facilidades, y entre las partes se arreglan cómo compensar esos pagos”, explicó.

A lo largo de estos años, Bamba alcanzó una gran expansión territorial. “Hoy en día ya superamos el millón de transacciones. Ves transacciones desde Charata hasta Esquel, San Rafael. Eso es algo muy lindo de ver porque tracciona”, remarcó Lanusse con orgullo.
El crecimiento no se limita a los productores. “Nuestro foco principal está en los productores, pero también trabajamos con transportistas, dueños de campo, agronomías y corredores. De los 540 clientes, el 70% son pymes”, precisó.
Además de su matrícula como billetera otorgada por el Banco Central, la empresa cuenta con registro de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para operar cuentas de inversión. “Eso también es algo distinto a operar con el banco, por un lado, y con la inversión por otro. Acá lo tenés integrado en el mismo homebanking y app, es más sencillo y eficiente”, indicó.
El modelo digital de Bamba también integra una plataforma de legajo digital, diseñada para reducir la burocracia en los procesos financieros. “Hace cinco años, cuando arrancamos, era algo nuevo. La idea era sacarse de encima todo el papeleo, pedir lo mínimo indispensable y, en la medida que eso también le sea útil al productor para su propia gestión, mantenerlo actualizado”, explicó.
En los últimos meses, la compañía avanzó en el uso de herramientas de inteligencia artificial aplicadas al cumplimiento normativo y la lectura de documentos financieros. “Antes leíamos estatutos o balances manualmente. Hoy eso se hace con herramientas tecnológicas que mejoran la eficiencia operativa”, comentó Lanusse.
Este enfoque también permite desarrollar proyecciones financieras más precisas basadas en datos productivos, márgenes agropecuarios y aforos. “La idea es que el productor pueda hacer su plan productivo y que todo el resto se adapte a eso. Lo ideal sería integrar el polígono, el plan productivo, el KMZ y que todo funcione de forma automática”, señaló.
Para Lanusse, el próximo paso de Bamba está en profundizar la integración entre las dimensiones comercial, financiera y logística del agro. “Nuestra mayor aspiración es embebernos lo máximo posible en la dimensión comercial. En una transacción tenés la dimensión comercial, la financiera y la logística: comprar/vender, entregar/recibir, cobrar/pagar. En la medida que se puedan integrar esas dimensiones, va a ser realmente distinto”, aseguró.

La visión de Bamba apunta a acompañar el proceso de digitalización integral del campo argentino, con el fin de fortalecer las conexiones entre productores, proveedores y exportadores. “Veo muchas iniciativas de exportadores que hacen sus portales para ver sus cuentas o proveedores de insumos que desarrollan sus sistemas. Yo creo que eso hay que empezar a integrarlo, unificarlo y que sea como un ecosistema completo”, reflexionó.
El impacto de Bamba ya se percibe en la experiencia cotidiana de cientos de usuarios. “Desde el lado de la consultoría veíamos en la posibilidad de Bamba de hacer algo escalable que tome vida propia, como hoy en día tomó. Las transacciones se autorizan todos los minutos, lo hace el sistema, y eso es un modelo muy distinto de lo que es la consultoría”, explicó.
El crecimiento de la empresa se apoya en una base sólida de confianza y satisfacción del usuario. Lanusse lo resume con una anécdota que refleja el sentido de propósito detrás del proyecto: “Estaba en Carmen de Areco, en una empresa, y al toque me dijeron: ‘Che, estoy buscando lo que tenés’. Eso es re lindo” y agregó: “Esa es una de diez, pero hay que apostar a ese uno de diez y seguir caminando”.
Con más de 500 clientes activos, Bamba apuesta al desarrollo del ecosistema pyme agroindustrial argentino, y ofrece soluciones que democratizan el acceso a herramientas financieras de calidad. “Es muy lindo cuando del otro lado ves a un usuario contento con las herramientas. Esa es tu satisfacción”, concluyó Lanusse.