La planta de concentrados de Coca-Cola en la Ciudad de Buenos Aires y su centro logístico en Ezeiza comenzarán a funcionar mayoritariamente con energía renovable, tras el acuerdo firmado con Genneia, la principal generadora de fuentes limpias del país. El contrato, que se cerró recientemente en las oficinas de la compañía en Buenos Aires, permitirá reemplazar cerca del 80% del consumo energético anual de ambas instalaciones, un avance clave en los compromisos globales de sostenibilidad de la firma de bebidas.
El convenio fue rubricado por Leonardo García, gerente general de Coca-Cola para Argentina y Uruguay, y Bernardo Andrews, CEO de Genneia. Ambos directivos destacaron la importancia estratégica del abastecimiento con energía eólica y solar, certificada como de bajo impacto ambiental. El suministro se realizará a través del Mercado a Término de Energías Renovables (MATER) mediante un contrato de cinco años, que garantiza un flujo estable y verificable de electricidad proveniente de un portafolio diversificado de activos.
El acuerdo forma parte de la hoja de ruta global de Coca-Cola, que busca alcanzar las cero emisiones netas de carbono para 2050. En paralelo, la compañía se comprometió a reducir un 25% de sus emisiones absolutas de gases de efecto invernadero para 2030, tomando como punto de comparación los niveles de 2015. Para la empresa, el abastecimiento de energía renovable en sus operaciones directas es un paso central en el proceso de descarbonización que impulsa en distintos países.
Desde Genneia detallaron que la energía destinada a Coca-Cola será provista desde un conjunto de parques eólicos y solares ubicados en distintas regiones del país, lo que permite diversificar la matriz, garantizar disponibilidad y minimizar riesgos operativos. La empresa cuenta con una amplia red de activos en funcionamiento y nuevas inversiones en marcha, consolidando una estructura que la posiciona como actor clave para la transición energética del sector privado.
Durante el anuncio, Andrews subrayó la importancia del vínculo con una compañía global como Coca-Cola y remarcó que el suministro de energía renovable representa “una solución competitiva y diseñada a medida para las necesidades del cliente”. A su vez, aseguró que acuerdos como este permiten ampliar el alcance de la energía limpia en la industria y acelerar los procesos de transformación energética que ya están en curso en distintas cadenas productivas.

García, por su parte, señaló que la sostenibilidad es un elemento transversal de la estrategia corporativa de Coca-Cola y que cada una de sus decisiones busca generar impacto positivo. En este sentido, destacó que el acuerdo con Genneia refuerza el objetivo de avanzar hacia una operación “más limpia, eficiente y responsable”, alineada con los compromisos que la compañía adoptó a escala global y regional. La búsqueda de alternativas energéticas de menor emisión, según explicó, es una de las prioridades dentro del plan de mejora de procesos y reducción de la huella ambiental.
El avance de Genneia en el mercado empresarial continúa en expansión. Con este contrato, la compañía supera los 80 clientes corporativos dentro del MATER, entre los que se encuentran empresas de sectores como agroindustria, alimentos, automotriz, petróleo y gas, laboratorios, construcción y transporte. Su capacidad para desarrollar soluciones energéticas personalizadas le permitió convertirse en un socio clave para firmas que buscan reducir costos operativos, mejorar su competitividad y cumplir con estándares ambientales más exigentes.
La empresa se consolidó como líder en la provisión de energía sustentable en Argentina gracias a una combinación de expansión territorial, inversiones continuas y diversificación tecnológica. Actualmente posee un 20% de la potencia instalada total en el país, aporta el 21% de la generación eólica y el 12% de la solar, lo que la coloca al frente de la transición energética local. Entre sus hitos más recientes se destacan la inauguración del Parque Eólico La Elbita, en la provincia de Buenos Aires, y el inicio de operaciones del Parque Solar Anchoris, en Mendoza. Estas incorporaciones elevaron su capacidad instalada renovable a más de 1.400 MW, uno de los valores más altos registrados hasta el momento por una compañía del rubro en Argentina.
Genneia opera un portafolio eólico de 945 MW, con parques como Rawson, Trelew, Madryn, Chubut Norte, Villalonga, Pomona, Necochea y La Elbita. En paralelo, avanza con dos proyectos solares de gran escala: el Parque Solar San Rafael, con 180 MW de capacidad, ubicado en Mendoza; y el Parque Solar San Juan Sur, de 130 MW, emplazado en la provincia de San Juan. Ambos proyectos ampliarán significativamente la potencia renovable disponible en el sistema eléctrico nacional.
A su vez, la empresa ya cuenta con cinco parques solares en operación —Ullum I, II y III; Sierras de Ullum; Tocota III; y Malargüe I, además del recientemente inaugurado Anchoris— que en conjunto aportan 490 MW de capacidad instalada. Estos desarrollos permiten a Genneia sostener un ritmo de crecimiento que acompaña la demanda del sector privado y alimenta su posición como principal socio energético para compañías que buscan acelerar la transición hacia fuentes más sostenibles.
Para Coca-Cola, el acuerdo representa un paso decisivo en la adecuación de su operación local a las metas globales que la empresa definió como estructurales para las próximas décadas. La incorporación de energía renovable permitirá reducir emisiones directas e indirectas, además de fortalecer la trazabilidad ambiental en toda su cadena de valor en el país. La firma proyecta ampliar este tipo de iniciativas y continuar evaluando alternativas tecnológicas que contribuyan a mejorar su desempeño climático.
La alianza entre Coca-Cola y Genneia confirma una tendencia creciente entre grandes compañías que buscan transformar sus modelos energéticos y responder a las exigencias regulatorias, corporativas y sociales en materia ambiental. En un contexto donde la transición energética se volvió una prioridad global, estos acuerdos consolidan un camino que combina inversión, innovación y compromiso con el desarrollo sostenible del país, según destacó El Economista.