Por Agroempresario.com
Ángel Padilla, asesor del Directorio Paraná Logística S.A, participó del III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero. Con más de cuatro décadas de experiencia en el sector naviero y en la logística fluvial y marítima, Padilla presentó un diagnóstico contundente: Argentina está perdiendo competitividad y valor agregado por la falta de infraestructura en transporte y logística.
Con 46 años de trayectoria en empresas navieras, transportando cargas a lo largo del río Paraná, Paraguay, la costa marítima argentina y Brasil, Padilla acumula una visión integral sobre la importancia de la logística en el desarrollo productivo. Actualmente integra el Departamento de Transporte y Logística de la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Consejo de Cargadores de la República Argentina, desde donde impulsa debates y propuestas para mejorar la infraestructura nacional.
“Cuando hablamos de bioeconomía y valor agregado en origen, no podemos dejar de lado la logística. Sin un sistema de transporte eficiente, todo el esfuerzo productivo se diluye en sobrecostos”, señaló Padilla ante empresarios, académicos y autoridades.
El referente explicó que la hidrovía es fundamental, pero no suficiente: “El ferrocarril es aún más importante porque conecta toda la República, norte, sur, este y oeste, y permite llegar a las economías regionales”.
En su exposición, recordó que Argentina llegó a contar con 47.000 kilómetros de vías férreas a mediados del siglo pasado, pero la falta de inversión y las concesiones mal gestionadas desde los años 60 y 90 provocaron un retroceso significativo. La consecuencia es clara: mayor dependencia del transporte carretero, costos elevados y menor competitividad internacional.
Padilla también profundizó en la problemática de la hidrovía Paraguay-Paraná, señalando que cada año se arrastran 123 millones de toneladas de sedimentos desde el río Bermejo, lo que obliga a un dragado permanente.
“Este mantenimiento nos cuesta entre 300 y 400 millones de dólares anuales en peajes, que finalmente se trasladan al precio de las exportaciones e importaciones”, advirtió.
Además, alertó sobre la falta de estudios de impacto ambiental: “Un juez federal de Rosario confirmó que hace 20 años no recibe informes ambientales sobre dragado. No podemos avanzar en obras sin esa información”.
En 2021 y 2023, las licitaciones para concesionar el dragado y balizamiento fracasaron. Según Padilla, los pliegos incluían sobrecostos que recaerían directamente en la carga. “De haberse aprobado, habríamos tenido 30 años de un contrato más caro que las retenciones”, denunció.
Otro punto clave de su análisis fue la necesidad de puertos de aguas profundas. Actualmente, los de Buenos Aires, Dock Sud y La Plata apenas alcanzan los 10,5 metros de calado, frente a los 15 o 17 metros de Brasil.
Esta limitación obliga a depender de buques feeder —más pequeños— para conectar con puertos concentradores como Montevideo o Santos, lo que genera un sobrecosto de 500 dólares por contenedor. “Estamos perdiendo 500 millones de dólares al año solo en extra costos de flete de contenedores”, señaló.
En graneles, las pérdidas alcanzan entre 600 y 1.000 millones de dólares anuales por costos logísticos más altos que en Brasil.
Padilla subrayó que recuperar y modernizar el ferrocarril no solo reduce costos, sino también emisiones de gases de efecto invernadero. “El tren debe ser política de Estado. Necesitamos convoyes de al menos 100 vagones, como en Estados Unidos o Canadá, para transportar granos de manera competitiva”, explicó.
Asimismo, destacó la necesidad de articular con estaciones de carga y almacenaje para potenciar la logística de granos, minerales y productos agroindustriales.
La falta de infraestructura, advirtió Padilla, afecta no solo a la exportación de commodities como maíz, trigo y soja, sino también a las cargas perecederas y a las manufacturas industriales.
“Un retraso de 15 días en el transporte marítimo puede hacer perder mercados enteros. Según la CEPAL y el Banco Mundial, depender de sistemas feeder puede reducir hasta un 40% los mercados ganados”, enfatizó.
En su mensaje final, Padilla remarcó que la logística no es un tema técnico aislado, sino una cuestión estratégica para el desarrollo federal de la bioeconomía:
“Si no resolvemos la infraestructura ferroviaria y portuaria, seguiremos exportando a menor valor. La bioeconomía necesita una logística eficiente para ser competitiva”.