El Gobierno nacional resolvió ampliar el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para incluir a toda la producción incremental de petróleo y gas, tanto convencional como no convencional, una medida anunciada en la Ciudad de Buenos Aires y que impacta de lleno en Vaca Muerta y en las cuencas hidrocarburíferas del país. La decisión, comunicada por el viceministro coordinador de Energía y Minería, Daniel González, es relevante porque modifica el alcance del esquema de promoción vigente, hasta ahora concentrado en infraestructura, GNL y algunos segmentos específicos del sector, y apunta a acelerar inversiones, aumentar exportaciones y fortalecer la balanza energética.
Según informó Forbes, el anuncio se realizó durante el tradicional almuerzo del Día del Petróleo, organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), y fue presentado como un cambio de paradigma en la política energética. Hasta el momento, el upstream había quedado al margen del régimen, bajo el argumento oficial de que la actividad no requería incentivos fiscales y regulatorios adicionales. Esa mirada se modificó en un contexto de precios internacionales del crudo en baja y de necesidad de sostener el ritmo de inversiones para consolidar el crecimiento productivo.
La ampliación del RIGI implica que toda producción incremental, sin distinción de tipo de yacimiento o método de extracción, podrá acceder a los beneficios fiscales, cambiarios y de estabilidad regulatoria previstos en el régimen. El objetivo declarado es brindar previsibilidad de largo plazo, facilitar el ingreso de capital para perforación y completación de pozos, y generar un impacto exportador inmediato que se traduzca en mayor ingreso de divisas y recaudación.
Durante su exposición, González explicó que la decisión fue tomada tras un pedido formal del gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, y que contó con el aval del ministro de Economía, Luis Caputo. “A sugerencia del gobernador de Neuquén, el ministro nos instruyó a incorporar a todo el upstream en el RIGI. Es un cambio de paradigma importante”, afirmó el funcionario, según consignó Forbes. La definición se terminó de sellar el día previo al anuncio, cuando Caputo y González visitaron la provincia patagónica y mantuvieron reuniones con autoridades locales.
El argumento central del Ejecutivo es que Neuquén y la Argentina cuentan con capacidad para escalar rápidamente la producción si se consolidan reglas uniformes y estables. En esa línea, el gobernador Figueroa había planteado públicamente que un esquema como el RIGI permitiría acelerar inversiones en upstream, generar producción incremental con impacto exportador, contribuir al superávit de la balanza energética y asegurar mayor recaudación fiscal tanto a nivel nacional como provincial. Esa visión fue tomada por la Casa Rosada como respaldo político y técnico para avanzar con la ampliación.

La medida sorprendió por su alcance sin distinciones, ya que en los meses previos se evaluaba la posibilidad de limitar los beneficios a ventanas temporales o a determinados tipos de proyectos. El nuevo diseño elimina esa segmentación y habilita el acceso al régimen a toda la producción incremental, un punto que fue destacado por el propio González al remarcar el carácter estratégico del instrumento. “Es una herramienta sumamente poderosa. Muestra a dónde queremos que converja la Argentina. Ojalá las condiciones del RIGI sean las que apliquen para toda la economía”, sostuvo el viceministro, de acuerdo con lo publicado por Forbes.
Pese al anuncio, aún restan definiciones clave para su implementación. De acuerdo con fuentes del sector consultadas por el mismo medio, el Gobierno deberá establecer cuál será la línea base de producción a partir de la cual se considerará el incremento habilitado para recibir los beneficios, así como el monto mínimo de inversión requerido para adherir al régimen. Esos parámetros resultarán determinantes para medir el impacto real de la medida en la toma de decisiones de las empresas operadoras.
En paralelo, el Ejecutivo confirmó otro movimiento relevante en la política energética: Enarsa comenzará a retirarse del negocio de importación de gas natural licuado (GNL) para ceder ese espacio al sector privado. González ratificó así un adelanto de Forbes y detalló que el proceso se instrumentará mediante una adecuación voluntaria del Plan Gas y una revisión de las rutas de transporte, con el objetivo de reflejar mejor la disponibilidad de gas en el sistema. “Estamos dando los primeros pasos. En las próximas semanas vamos a hacer una adecuación voluntaria del Plan Gas. También vamos a hacer una adecuación de las rutas de transporte que refleje mejor la disponibilidad de gas. Pensamos sacarlo antes de fin de año”, explicó el funcionario.
La combinación de ambas decisiones —la ampliación del RIGI al upstream y la salida gradual de Enarsa de la importación de GNL— refuerza la estrategia oficial de desregulación y protagonismo del sector privado en la cadena energética. Para el Gobierno, el objetivo es ordenar incentivos, reducir la intervención directa del Estado y generar condiciones que permitan maximizar el potencial exportador del país, con Vaca Muerta como eje central.

En el sector empresario, la noticia fue recibida con expectativa, aunque con cautela. Operadores y proveedores señalan que el éxito del nuevo esquema dependerá de la claridad normativa, la agilidad administrativa y la consistencia macroeconómica. La definición de los umbrales de producción e inversión será clave para determinar si el régimen logra multiplicar proyectos o si queda limitado a iniciativas de gran escala.
Con esta ampliación, el RIGI se consolida como una de las herramientas centrales del programa económico del presidente Javier Milei para atraer inversiones de largo plazo. En el caso del petróleo y el gas, el Gobierno apuesta a que la estabilidad ofrecida por el régimen funcione como ancla de previsibilidad en un sector intensivo en capital y con ciclos de inversión prolongados. La respuesta del mercado y la velocidad de implementación marcarán el alcance real de un cambio que redefine el marco de incentivos para el corazón energético de la Argentina.