Por Agroempresario.com
Rewilding Argentina es una fundación dedicada a la recuperación de los ecosistemas naturales fomentando el bienestar de las comunidades rurales. Agroempresario.com conversó con Sebastián Di Martino, biólogo y director de conservación, sobre la historia de la entidad en el país y los principales desafíos en materia de preservación de especies y de desarrollo de economías locales.
Sebastián Di Martino está a cargo de los proyectos de restauración de especies y ambientes de la fundación
Desde 2015, Di Martino se desempeña como director de conservación de Rewilding Argentina y está a cargo de los proyectos de restauración de especies y ambientes.
“La fundación arrancó con un matrimonio de filántropos norteamericanos, Kristine y Douglas Tompkins quienes se instalaron en los años 90 en Chile. Poco después comenzaron a trabajar en Argentina, al principio focalizados en la compra y restauración de tierras, con el objetivo de donarlas al Estado Nacional para la creación de parques nacionales. Sus primeras acciones en el país comenzaron en el año 1997 con la creación del Parque Nacional Monte León (Santa Cruz), Parque Patagonia (Santa Cruz), Aconquija (Tucumán), El Impenetrable (Chaco), Iberá (Corrientes), también se expandió el Parque Nacional Perito Moreno", detalló.
Kris Tompkins en su nombramiento como Huésped de Honor por el Gobierno de Corrientes.
Entre 2010 y 2015 Kris Tompkins inicia un proceso de transición hacia la independencia para los equipos de Argentina y Chile, fue así como surge Rewilding Argentina, una fundación que continúa con el legado de Tompkins Conservation, a través de un trabajo mancomunado con el Estado nacional y los gobiernos provinciales, organizaciones conservacionistas y sociales nacionales e internacionales y un equipo multidisciplinario.
“La fundación tiene tres patas de trabajo para la 'producción de naturaleza': la creación de estos grandes parques, la restauración de vida silvestre - traer de vuelta grandes especies de mamíferos o de aves extinguidos- y una tercera que tiene que ver con desarrollar en las comunidades locales nuevas economías restaurativas del ambiente que se vinculan con este parque en creación y con la fauna que está volviendo”, destacó Di Martino.
Rewilding Argentina promueve el desarrollo de las comunidades locales a través de iniciativas socio-productivas
Con más de 20 años de trabajo en Argentina, los logros de la fundación hablan por sí mismos: 9 parques nacionales y provinciales creados/expandidos; 407 mil hectáreas donadas; 1 millón de hectáreas protegidas (en tierra); 14 especies en proyectos de reintroducción;4 eco regiones impactadas y 4 destinos de turismo de naturaleza en desarrollo, entre otros.
“Prácticamente el 10% del territorio que abarcan los parques nacionales de Argentina fueron producto de donaciones de la fundación. El otro gran logro fue el modelo de Iberá donde se logró trabajar con la provincia y con la Nación, lo que condujo a la creación de un gran parque de 750.000 hectáreas, el parque natural más grande de Argentina”, resaltó.
Se trata de un trabajo de restauración sin precedentes en nuestro país con un proyecto de reintroducción de especies como el oso hormiguero gigante, el pecarí de collar, el venado de las pampas, el guacamayo rojo, el yaguareté y de otros proyectos más recientes como el de la nutria gigante, otra especie extinguida por completo de Argentina.
El proyecto de la fundación se nutre de guacamayos rojos cautivos provenientes de diferentes zoos y centros de cría de todo el país
“Iberá posiciona a la Argentina a nivel mundial como lugar de conservación y sobre todo de este tipo de restauración ecológica particular que es el rewilding y que trata de traer de vuelta a estas grandes especies que tienen roles ecológicos muy importantes en los ecosistemas y que cuando no están lo ecosistemas se degradan. Por este motivo, es importantísimo resguardar ecosistemas pero que esos ecosistemas estén completos y no degradados”, explicó.
Por otro lado, la fundación realiza un destacable trabajo en Colonia Pellegrini, Concepción, San Miguel Loreto e Ituzaingó, comunidades locales en Corrientes que presentaban economías basadas en producción primaria y hoy poseen economías de servicios como su principal actividad basadas en el turismo de naturaleza.
“En ese sentido, el rewilding ha generado muchísimos empleos, ha fomentado el emprendedurismo de la gente, ha incorporado mucho a la mujer y a los jóvenes al empleo. Creo que Iberá hoy es una especie de vidriera que nos permite mostrar qué es lo que queremos hacer y replicar ese modelo en otros lugares como El Impenetrable, en la costa de Chubut y en la zona cordillerana de Santa Cruz”, indicó.
Luego de los incendios sucedidos en Corrientes, Di Martino explicó las principales causas de la catástrofe que quemó en un 60% al Parque Nacional y el Provincial alrededor de un 13%, y compartió el estado de situación en el territorio.
“En Iberá los fuegos son un elemento que suceden de vez en cuando, hay tormentas eléctricas, caen rayos y prenden fuegos que avanzan. Lamentablemente, hace dos años y medio la región sufre una sequía terrible y altas temperaturas producto del cambio climático. Por otro lado, esos focos de fuego ya no son únicamente producto de tormentas eléctricas que ocurren esporádicamente sino de quemas para la obtención de pasturas para el ganado”, detalló.
Según Di Martino, el tipo de ganadería que hay en los pastizales de Iberá -sobre todo para pequeños productores- requiere de quemas periódicas: “No es que el pequeño productor lo haga porque es malo o perverso sino porque es la forma de hacer ganadería”, aclaró.
"Reconocer la responsabilidad del cambio climático es tan importante como actuar para mitigarlo", destacan desde la fundación
“Desde la fundación siempre contamos lo siguiente: el fuego es el que causa la destrucción de los ambientes pero no es el 'villano' principal en esta historia. Creo que hay que hablar mucho del fuego pero más que nada del cambio climático y de las prácticas productivas que tenemos. Sin ningún lugar a dudas si eso sigue así vamos a seguir teniendo fuego y de gran magnitud”, subrayó.
Respecto al impacto en el ecosistema natural, el director de conservación se permite cierto optimismo: “El hecho de tener un gran parque de 750 mil hectáreas y un ecosistema más completo hace al Iberá un poco más resiliente ante estas catástrofes. Sin ningún lugar a dudas la recuperación va a tomar su tiempo y va a ser dura pero va a ser mejor hoy que si esta catástrofe se hubiera producido hace 15 o 20 años atrás”, expresó.
En cuanto a los bosques -el ecosistema más afectado- Di Martino indicó que “hoy los bosques tienen algo que no tenían hace diez años atrás: especies reintroducidas que comen frutos y dispersan semillas, ayudando a la recuperación de los montes”.
En términos de infraestructura lo que más se ha perdido son los alambrados provocando que se pierda el límite entre el parque y los campos ganaderos: “A un ambiente que ha sufrido la sequía, las altas temperaturas y después los incendios le estamos agregando un impacto más que es el pastoreo de ganado. Entonces, sin ningún lugar a dudas hoy la tarea más urgente es recuperar los alambrados”, precisó.
“Hay que pensar que muy probablemente esto vuelva a pasar. Lo que tenemos que hacer es preparar mejor a los equipos para manejar más el fuego; en Iberá el fuego tiene que ser manejado en invierno con quemas controladas prescriptas, con preparación de los cortafuegos, en días de poco viento, bajas temperaturas y quemas nocturnas. De esta forma, le sacas carga al pastizal simulando procesos naturales de quema. Hay cosas que se pueden hacer para estar mejor enfrentados cuando estos incendios -que en el escenario de cambio climático y con las prácticas ganaderas que existen en Corrientes van a seguir sucediendo- pasen de vuelta”, manifestó.
Argentina -junto con Uruguay- es uno de los países de la región con mayor pérdida de fauna: “El movimiento conservacionista está muy acostumbrado a ser reactivo y eso tiene que seguir sucediendo pero el nivel de degradación de la naturaleza es tan grande que ya no alcanza con proteger lo poco que queda sino que hay que recuperar lo perdido, y en Argentina lo perdido es mucho”, aclaró.
Al mismo tiempo y, aunque suene contradictorio, Di Martino destacó que Argentina sea el país con el proyecto más grande de refaunación de rewilding de todo el continente Americano.
“El primer desafío es reconocer que somos un país defaunado. Si nosotros no reconocemos el problema, poco podemos hacer para atacarlo. Tenemos que darle escala a este tipo de proyectos, para esto se necesitan políticas públicas. El rol del Estado es fundamental pero tiene que ser un Estado que regule a través del fomento. Argentina fue el primer país latinoamericano en establecer parques nacionales y hoy tiene la oportunidad de ser pionero en esta nueva estrategia de conservación que es el rewilding. Lo importante es que pongamos manos a la obra y que tomemos la iniciativa”, sostuvo.
Venados de las pampas en Isla San Alonso, Parque Iberá, Corrientes
Por el Día Mundial del Rewilding, la fundación lanzó una publicación gratuita donde recopila más de dos décadas de trabajo en el país y propone un camino para esta estrategia de conservación en Argentina y Sudamérica.
“Aprovechamos esta fecha para lanzar un libro que recorre todo lo hecho y aprendido en estos poco más de 20 años de trabajo en Argentina. La publicación está disponible en las redes sociales y en nuestra página web rewildingargentina.org”, dijo.
“La fundación tiene un staff muy grande, por suerte cada vez somos más. Sobre todo, tiene una enorme red de colaboradores; no sólo los voluntarios en territorio sino también amigos que se suman entusiasmados por esta forma proactiva y convocante de hacer conservación. Cada uno pone su granito de arena y termina siendo clave en cada proyecto”, concluyó.
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