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Por Agroempresario.com
La abundancia y la diversidad que presentan la góndola del supermercado y la bodega pueden ser abrumadoras para muchos. ¿Cómo lograr entender la vasta gama de etiquetas, varietales, regiones e incluso botellas con diferentes diseños y capacidades? En realidad, comprender esta diversidad no es tan complicado si se observa el panorama general.
Según Marisol de la Fuente, sommelier y docente, la industria vitivinícola se fundamenta en un concepto esencial denominado terroir. Este término, aunque técnicamente podría traducirse como "terruño", adquiere un significado más profundo en el contexto del vino. De acuerdo con la autora, el terroir representa una combinación única de variedades de uva, tipo de suelo, clima, altitud y prácticas vitivinícolas específicas en un viñedo o parcela.
De hecho, el concepto de terroir es crucial en la producción agrícola en general, pero adquiere una relevancia particular en el mundo del vino. De acuerdo con de la Fuente, es esta combinación única de factores ambientales, biológicos, geológicos y culturales la que determina el carácter distintivo de un vino y su capacidad para reflejar su lugar de origen.
En Argentina, país que lidera la viticultura a nivel mundial, se ha llevado a cabo un importante trabajo de caracterización del terruño. Gracias a la labor del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en colaboración con los gobiernos provinciales y la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), se ha recopilado una vasta cantidad de información sobre las regiones vitivinícolas del país. Este estudio exhaustivo, realizado por 50 profesionales que relevaron más de 15.000 hectáreas de viñedos en 14 provincias argentinas, ha permitido la creación de una base de datos completa y accesible para los productores.
La información recopilada abarca aspectos como el suelo, el clima y el paisaje de cada región vitivinícola, lo que facilita la identificación de patrones comunes de comportamiento varietal y la generación de indicaciones geográficas. Esto, a su vez, contribuye a potenciar el valor de cada territorio y a mejorar la calidad y diversidad de los vinos argentinos.
La diversidad de terroirs en Argentina es notable, con regiones que van desde el norte, con sus alturas y características únicas, hasta el sur, con viñedos ubicados en latitudes extremas. Además, cada provincia productora tiene sus propias particularidades, que se reflejan en los vinos que produce. En este sentido, Mendoza se destaca como la principal región vitivinícola del país, con diversas subregiones que ofrecen una amplia variedad de terruños y estilos de vino.
En resumen, el conocimiento del terroir es fundamental para entender y apreciar la diversidad del vino argentino. Cada región tiene sus propias características, que se reflejan en los aromas, sabores y colores de sus vinos. Por lo tanto, probar vinos de diferentes regiones es una excelente manera de comenzar a explorar este fascinante mundo del vino y sus lugares, como nos revela Marisol de la Fuente en su libro "Te cuento el Vino. Secretos, mitos y maravillas del vino".
