Por Agroempresario.com
En otoño, el jardín entra en reposo y las plantas nativas no escapan a esta situación, salvo algunas excepciones que nos sorprenden con sus sutiles flores resistentes al frío, destacando en medio de los tonos ocre y apagados típicos de la estación.
Incluir estas variedades de plantas autóctonas en nuestros jardines añadirá un toque de interés en un período de escasa floración, donde cualquier destello de color es bienvenido.
"Frente al avance de la urbanización y las actividades agropecuarias, ha disminuido significativamente el hábitat de las especies vegetales autóctonas. Por ello, es crucial integrarlas en nuestros espacios urbanos para contribuir a su preservación", señala el biólogo Agustín Martínez Baccini.
A continuación, cinco especies de plantas nativas que florecen a pesar del frío:
1. Ipheion uniflorum: Herbácea bulbosa ideal para canteros y jardineras, con flores blancas que atraen insectos polinizadores y sirven de alimento para aves insectívoras y granívoras.
2. Plantago bismarckii (Llantén plateado): Planta perenne, subarbustiva, endémica de roquedales del Sistema de Ventania (Buenos Aires). Sus diminutas flores son polinizadas por el viento.
3. Ceiba chodatii: Árbol perenne de follaje caduco, con grandes flores blancas que atraen picaflores, mariposas y otros insectos, floreciendo tanto en verano como en otoño.
4. Mimosa rocae: Forma mantos sobre rocas con una floración profusa de pequeñas flores amarillas, similar a los aromos, y fructifica en pequeñas chauchas, adecuada también para el cultivo en macetas.
5. Cnicothamnus lorentzii: Arbusto perenne con flores naranjas llamativas y abundantes en otoño e invierno, de fácil mantenimiento y atracción para picaflores y mariposas.
Además, algunas plantas como Gamochaeta americana, Gomphrena perennis, Paspalum haumanii, Nicotiana glauca y Pavonia sepiumson otras opciones autóctonas ideales para enriquecer nuestros jardines y apoyar la biodiversidad local.
Estas especies no solo embellecen nuestros espacios urbanos, sino que también desempeñan un papel crucial en la conservación de la flora nativa frente a la continua pérdida de hábitat.