Por Agroempresario.com
Desde hace aproximadamente cinco décadas, Atalaya ha sido una parada obligada para quienes viajan a la costa argentina. Lo que comenzó como un simple parador, se convirtió en un ícono gracias a sus famosas medialunas, conocidas en todo el país. La empresa, fundada en 1942 por los españoles Ángel y Odilio García, vio un crecimiento exponencial gracias al boca a boca de los viajeros. Hoy, Atalaya vende más de 13,5 millones de medialunas y un millón de alfajores al año, generando una facturación de US$ 15,5 millones.
El vicepresidente de Atalaya, Juan Ignacio Castoldi, destacó que la empresa ha generado más de 340 empleos directos y ha realizado importantes inversiones, incluyendo la importación de maquinaria alemana para automatizar la producción. En el último año, Atalaya abrió cinco nuevas franquicias y planea abrir otras cinco durante 2024. Según Castoldi, los productos más vendidos son las medialunas, el café y los alfajores.
La primera generación argentina, que compró el negocio a los fundadores españoles, nacionalizó la propuesta y desarrolló la famosa receta de medialunas de Atalaya en la década de 1970. El crecimiento de la empresa continuó con la construcción de la Autovía 2 en la década de 1990, que aumentó el flujo de viajeros. En 2018, la apertura de la primera franquicia marcó otro hito significativo.
Castoldi recordó que uno de los principales desafíos fue el traspaso generacional y la profesionalización de la empresa. Desde 2016, la nueva gestión se centró en transformar la panadería en una empresa profesional, desarrollando cada área con profesionales capacitados. La pandemia de 2020 fue un momento crítico, pero el equipo de Atalaya logró superarlo, reforzando el compromiso con sus empleados y la comunidad.
Actualmente, la compañía está dirigida por Jorge Felices, presidente, y Cristian de Cicco y Juan Ignacio Castoldi, ambos vicepresidentes, quienes representan la tercera generación. La empresa se ha adaptado a los cambios del mercado, eliminando servicios tradicionales como el de mozos y adoptando un modelo de franquicias y e-commerce. Además, se ha invertido en tecnología para mejorar la eficiencia y la productividad.
A pesar de los desafíos económicos recientes, Atalaya sigue apostando por el crecimiento. Entre sus proyectos para este año se incluyen la construcción de una nueva fábrica de medialunas, el lanzamiento de su propio e-commerce y una línea de café. Además, planean expandirse a otras provincias y, a largo plazo, a países como Uruguay, Chile, España y Estados Unidos.