Por Agroempresario.com

En marzo de 1998, Ulpiano Fernández, fundador de Guaymallén, envió a su yerno Hugo Basilotta a una reunión en el Hotel Park Hyatt con una misión clara: "Escuchá, pero ni se te ocurra vender la empresa". Basilotta recuerda ese momento como un gran desafío, enfrentándose a empresarios experimentados que habían comprado Havanna por 80 millones de dólares apenas 10 días antes y ahora querían Guaymallén. Basilotta les respondió que la empresa no tenía precio y lanzó una cifra exorbitante de 70 millones de dólares. Los empresarios le ofrecieron un cheque de seña por un millón, pero Basilotta logró salir de la situación con excusas.

Desde entonces, Guaymallén ha rechazado tres ofertas de compra, la última de una multinacional. Para Basilotta, el encanto de la marca radica en su historia y la dificultad de crear una marca desde cero, independientemente del dinero.

A sus 72 años, Basilotta y su esposa no tienen intenciones de vender la empresa, ya que no saben qué harían sin ella. Sus cuatro hijos trabajan en la compañía y esperan que continúe en la familia por generaciones. Para Basilotta, ser empresario en Argentina es muy difícil, especialmente en las pymes familiares. A pesar de los desafíos económicos del país, la perseverancia y la capacidad de aguantar épocas malas han sido clave para Guaymallén.

Trabajar con toda la familia es fundamental para Basilotta. Su esposa se encarga de los números y sus hijos ocupan diferentes roles en la empresa. Cree que es esencial dar poder de decisión a los jóvenes para que se queden en la empresa. Esto ha sido clave para mantener a la tercera generación trabajando en Guaymallén y ahora también a su nieto de 22 años.

En 2023, Guaymallén batió el récord de ventas y en los primeros seis meses de 2024, están un 3% arriba. La fórmula de "mucho volumen, poca rentabilidad" ha sido clave para su éxito. Basilotta explica que la empresa siempre ha trabajado con rentabilidades bajas pero constantes, lo que les permite aguantar en épocas de crisis.

El gran hito de la empresa fue cuando el boxeador Chino Maidana mostró un alfajor Guaymallén en una pelea en Las Vegas, lo que generó una gran publicidad para la marca. Basilotta se convirtió en una celebridad de las redes sociales gracias a este evento.

A pesar de las dificultades económicas, Guaymallén sigue creciendo y planea lanzar nuevos productos como el alfajor Platino con chocolate blanco suizo. La empresa también está expandiendo sus exportaciones a Estados Unidos y Europa.

Basilotta crítica la situación política y económica de Argentina, pero mantiene la esperanza. Cree que la clave para el futuro del país es la unión y el respeto entre los ciudadanos. A pesar de la difícil coyuntura, Basilotta sigue confiando en el potencial de Argentina y su gente talentosa.

Guaymallén, con casi 80 años de historia, continúa siendo un ejemplo de perseverancia y éxito en el mercado argentino de alfajores.