Por Agroempresario.com
En un análisis reciente publicado por La Nación, el consultor ganadero Víctor Tonelli aborda el presente y futuro de la carne vacuna en Argentina. Con un enfoque en las tendencias de los últimos 25 años, Tonelli destaca cómo el consumo per cápita de carnes ha evolucionado en el país, con un incremento total de 100 a 115 kg/habitante/año, impulsado principalmente por el crecimiento en el consumo de pollo y cerdo. Mientras tanto, el consumo de carne vacuna ha disminuido de 65 a 45 kg por habitante al año.
La producción nacional de carne vacuna se ubica actualmente en torno a los 3 millones de toneladas anuales, de las cuales un 30% se destina a la exportación, mientras que 2,1 millones de toneladas se dirigen al mercado interno. Tonelli proyecta que, siguiendo las tendencias actuales, la oferta podría alcanzar los 3,6 a 3,7 millones de toneladas en los próximos 10 años. Sin embargo, "el consumo interno destinado a los cerca de 52 millones de habitantes no superará los 2,2 millones de toneladas, lo que representará una baja de consumo per cápita a 40/42 kg/hab/año", apunta Tonelli.
En este contexto, el crecimiento del sector dependerá en gran medida de las exportaciones, que podrían aumentar de las 900.000 toneladas actuales a 1,4 o 1,5 millones de toneladas, representando casi el 40% del total de la oferta. Esto se debe en gran parte al aumento de la demanda mundial, particularmente en mercados de Asia, Medio Oriente y el norte de África, que han cuadruplicado su consumo en las últimas dos décadas.
A pesar de estas oportunidades, Tonelli subraya las barreras que enfrenta el sector ganadero argentino en el mercado global. En los últimos 20 años, la participación de Argentina en el mercado mundial de carne vacuna cayó del 10% a cerca del 2%, una tendencia que solo recientemente comenzó a revertirse. "Solo volviendo a la participación de hace 20 años estaríamos exportando cerca de 1,4 millones de toneladas sin agregar nada nuevo a nuestra oferta", señala.
Otro aspecto crucial en la competitividad internacional es la trazabilidad y la seguridad sanitaria. Tonelli destaca que la implementación de un sistema de trazabilidad individual y electrónico es esencial para acceder a los mercados más exigentes. Sin embargo, "las restricciones que todavía frenan al largo plazo, como los impuestos a las exportaciones y las regulaciones cambiarias, son las principales barreras que limitan el crecimiento del sector", advierte Tonelli.
A pesar de estos desafíos, existe un consenso entre el gobierno y la industria sobre la necesidad de impulsar las exportaciones y agregar valor a la producción nacional. Tonelli concluye que es fundamental un diálogo proactivo y libre de egos entre todas las partes involucradas para diseñar una estrategia que permita a la Argentina recuperar el protagonismo perdido en el mercado mundial de la carne vacuna.