Por Agroempresario.com
En una reciente nota publicada en La Nación, Ariel Santillán comparte la fascinante historia detrás de su emprendimiento: un tour sobre ruedas por las pizzerías más emblemáticas de Buenos Aires. Con una idea que germinó en 2007 y maduró durante la pandemia, Santillán ha transformado un sueño de juventud en una experiencia gastronómica que cautiva a locales y visitantes por igual.
La historia de Santillán comienza en Ituzaingó, donde, de niño, acompañaba a su abuela a comprar insumos en Once y disfrutaba de las pizzas en Banchero. Esa tradición, que le dejaba gratos recuerdos, fue el germen de su idea para un tour de pizzerías. “¿Qué pizzería es la mejor de Buenos Aires?” era la pregunta que lo intrigaba y lo motivó a crear un recorrido único. En una conversación con amigos, en 2007, surgió la propuesta: un tour para descubrir cuál era la mejor pizzería.
Según La Nación, la pandemia permitió a Santillán replantear su proyecto. Su padre, antes de fallecer, lo alentó a seguir adelante con la idea. “Ari, yo te doy el auto de papá, vos vendé el tuyo y con eso compras. Ya que no te puede ayudar, te ayuda desde allá,” le dijo su madre, como citó La Nación. Con el apoyo emocional y financiero de su familia, Santillán adquirió una camioneta Volkswagen modelo '83 y la transformó en una pizzería móvil.
El proceso no estuvo exento de desafíos. Durante las primeras pruebas, los platos y bebidas se caían, lo que llevó a Santillán a innovar con mesas imantadas, una solución inspirada en los platos de acero inoxidable que vio en La Mezzetta. Esta adaptación permitió que el tour se realizara de manera más fluida.
El recorrido está dividido en cuatro zonas de Capital Federal, lo que permite a los pasajeros disfrutar de una variedad de pizzerías sin largas distancias ni esperas innecesarias. Las bebidas, elegidas previamente según las preferencias de los pasajeros, son llevadas en una heladerita para complementar la experiencia. Además, el tour incluye entretenimiento como karaoke y juegos para hacer el viaje aún más divertido.
La primera pasajera fue la abuela de Santillán, quien disfrutó de una experiencia inolvidable, recorriendo la ciudad y comiendo pizza. “Está chocha, ella quería conocer el Colón así que la llevamos con una prima en la camioneta,” relata Santillán. Su emprendimiento ha ganado popularidad, especialmente entre argentinos del interior que buscan una experiencia diferente en la capital. Las celebraciones de cumpleaños y eventos especiales se han convertido en ocasiones comunes para los tours, y hasta ha habido una propuesta de matrimonio durante uno de ellos, como destacó La Nación.
Ariel Santillán elige a Banchero como su pizzería favorita debido a su significado sentimental, aunque reconoce que, objetivamente, Las Cuartetas podría ser la mejor en términos de calidad. Con una idea que ha logrado conectar el pasado con el presente y ofrecer una experiencia culinaria divertida e innovadora, Santillán continúa demostrando que la pasión por la pizza y la nostalgia pueden conducir a un emprendimiento exitoso.