Por Agroempresario.com
Para 2050, se estima que el 65% del combustible utilizado por los aviones será de origen biológico. En este contexto, Argentina se perfila como un líder potencial debido a su extensa superficie de tierras aptas para cultivos como la camelina. Esta semilla, rica en aceite, puede convertirse en biocombustible, ofreciendo una alternativa sostenible a los combustibles fósiles.
Durante el XXXII Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), se exploró el potencial de la camelina en la producción de biocombustibles. Emiliano Huergo, experto del sector, subrayó que los biocombustibles representan una solución inmediata frente al aumento de las emisiones de carbono en la industria aeronáutica. Con un crecimiento del 70% en las emisiones en los últimos 15 años, es imperativo adoptar alternativas sostenibles para cumplir con los acuerdos internacionales de descarbonización.
La camelina y otras brassicas ofrecen beneficios significativos, como la capacidad de ser cultivadas en tierras de barbecho, lo que puede aprovechar las casi 20 millones de hectáreas desaprovechadas en Argentina. Karina Crosignani, de CREG, destacó que la demanda de materias primas para biocombustibles está en aumento, con una proyección de cuadruplicación en la demanda de camelina en Estados Unidos.
Federico Varela, de Chacraservicios, mencionó la necesidad de construir toda la cadena de valor del cultivo de camelina, desde la producción hasta la certificación y financiación. Además, Fernando Candia de Bunge resaltó la importancia de adaptar los procesos para cumplir con los nuevos estándares de sustentabilidad exigidos por los clientes y marcos regulatorios.
José Luis Alonso, productor agropecuario, enfatizó la importancia de utilizar las hectáreas sin cultivar durante el invierno. Aseguró que el cultivo de camelina podría jugar un papel crucial en la reducción de gases de efecto invernadero, la conservación de nutrientes y la mejora de los suelos.
Lucas Andreoni, productor, ha expandido su cultivo de camelina de 700 a 2300 hectáreas, destacando su bajo requerimiento de agua y su capacidad para resistir heladas severas. Este cultivo también beneficia a los polinizadores y la apicultura, mostrando su versatilidad y beneficios para el ecosistema agrícola.
Argentina se encuentra en una posición privilegiada para liderar la producción de biocombustibles a partir de camelina, con un impacto positivo en la reducción de emisiones y la sostenibilidad agrícola. Con el apoyo de innovaciones tecnológicas y una planificación estratégica, el país podría aprovechar esta oportunidad para fortalecer su papel en la revolución verde de la aviación.