Por Agroempresario.com
En una reciente nota de La Nación, se rescató la fascinante historia del Palacio Canale, una fábrica que comenzó como una pequeña panadería en 1875 y se convirtió en un emblema de la industria alimentaria argentina. Fundada por José Canale, un inmigrante genovés, en la esquina de Defensa y Cochabamba, esta panadería no tardó en ganar notoriedad por la calidad de sus productos, especialmente los famosos "bizcochos Canale", creados en 1901 por su hijo Amadeo.
El éxito de estos bizcochos llevó a la familia Canale a construir una moderna fábrica en la avenida Martín García al 300, en el barrio de Barracas, en 1906. Diseñada por Humberto Canale, ingeniero civil e hijo del fundador, la fábrica se destacó por su arquitectura de estilo ecléctico-academicista, también conocido como "estilo francés", y por incorporar elementos innovadores para la época, como un montacargas eléctrico y cintas transportadoras.
Barracas, un barrio que floreció industrialmente gracias a su proximidad al puerto y a la abundante mano de obra inmigrante, se convirtió en el hogar de esta fábrica que llegó a emplear a más de 3500 personas y a diversificar su producción para incluir productos como fideos y pan dulce. La empresa Viuda de Canale e Hijos S.A. alcanzó su apogeo a mediados del siglo XX, consolidándose como una de las principales marcas del país.
Sin embargo, en 1985, un incendio marcó el inicio del declive de la fábrica, que finalmente cerró sus puertas en el año 2000, después de ser vendida a varias empresas, incluyendo Socma y Nabisco. La última página de esta historia se escribió cuando, en 2012, la antigua fábrica fue reconvertida en el Palacio Lezama, que hoy alberga dependencias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El Palacio Canale, con su imponente fachada que ha sido cuidadosamente preservada, es un testimonio de la era dorada de la industrialización en Barracas y un recordatorio del legado de una de las marcas más queridas de la historia argentina.