Por Agroempresario.com
El reciente pronóstico estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) ha encendido las alarmas entre los productores agrícolas del país. Con la tormenta de Santa Rosa aproximándose y una La Niña debilitada en el horizonte, las expectativas para la campaña agrícola 2024/25 son de gran incertidumbre. Los vientos polares, que han dejado su huella con intensas heladas y escasas precipitaciones, podrían continuar afectando negativamente el régimen hídrico en vastas zonas productivas.
La BCBA ha advertido que, aunque La Niña se presente con menor fuerza de lo inicialmente proyectado, la intensidad de los vientos polares podría limitar las precipitaciones. Este fenómeno ha generado temporales de nieve en la Patagonia y heladas en el interior del país, con el potencial de dejar sin el agua necesaria a los cultivos en regiones clave como el Litoral y el centro del país.
Si bien el sudoeste de Paraguay, el NOA, y algunas zonas de la Región Pampeana podrían recibir aportes hídricos normales o superiores, el resto del territorio enfrenta un escenario más complejo. En la región agrícola central, las lluvias prometen ser escasas, lo que obligará a los productores a ajustar sus planes para enfrentar una temporada con menor disponibilidad de agua.
De cara a la primavera, el panorama es igualmente incierto. Se espera que las precipitaciones sean normales o superiores en gran parte del Cono Sur, pero con focos secos en áreas críticas como el este de Paraguay y el centro de la Región Pampeana. El verano, por su parte, podría traer un alivio parcial con la disminución de los vientos polares, aunque el riesgo de déficit hídrico persistirá en zonas productivas clave.
El informe también destaca que, hacia el otoño de 2025, los vientos polares podrían regresar con fuerza, afectando nuevamente el clima del Cono Sur. Aunque se esperan precipitaciones normales o superiores en gran parte de la región, el riesgo de focos secos en áreas estratégicas podría complicar la situación de los productores.
En este contexto, los planteos productivos para la campaña 2024/25 deberán realizarse con cautela, considerando las posibles variaciones climáticas que podrían impactar gravemente las cosechas. La previsión y la adaptación serán claves para enfrentar una temporada agrícola que se vislumbra como desafiante.