Por Agroempresario.com
Diego Maur, un ingeniero químico egresado de la UBA, ha transformado su pasión por los quesos en un proyecto innovador que desafía las normas de la industria láctea. Tras 12 años de experiencia en diversos sectores, decidió emprender su camino hace más de una década, buscando crear quesos de calidad superior. En una entrevista reciente con *La Nación*, Maur compartió su historia y su sorprendente descubrimiento: un proceso fermentativo natural que le permitió desarrollar un yogur líquido con un sabor excepcional, “consumible con cuchara”.
El ingeniero relata cómo comenzó a trabajar con cultivos microbiológicos en su pequeño laboratorio: “Empecé a trabajar con cultivos microbiológicos en un pequeño laboratorio en mi casa para realizar las buenas prácticas de manufactura. Fue azaroso llegar a estos procesos fermentativos”, afirma Maur. Este proceso no solo le permitió crear yogures, sino también quesos crema y mantecas, ampliando su oferta de productos lácteos.
Maur destaca que los beneficios de sus productos son múltiples. “Los microorganismos del proceso fermentativo producen una enorme cantidad de sustancias para su propia supervivencia, como antibióticos, antioxidantes, vitaminas, que son beneficiosas para nosotros mismos”, señala. Con alrededor de 28 cultivos diferentes en su repertorio, su innovación no solo se traduce en sabores únicos, sino también en cualidades nutricionales probióticas que favorecen la salud intestinal.
La fermentación, una práctica milenaria, es el corazón de su trabajo. Según Maur, “existen procesos antiquísimos de hace más de 20.000 años. Están el chucrut, el kimchi, los yogures, cervezas, vinos, quesos y el pan: todos son procesos fermentativos”. Utiliza leche de vaca pasteurizada y cultivos de tecnología propia que, si bien no revela, son clave en la obtención de un sabor característico que recuerda a los quesos finos.
A pesar de sus esfuerzos, Maur enfrenta el reto de escalar su producción. La industria, según él, se encuentra enfocada en productos de desarrollo rápido que abaratan costos. “Con todos los empresarios y académicos de universidades de Brasil, Estados Unidos, Europa y Japón con los que hablo, les resulta muy innovador mi desarrollo”, menciona, enfatizando el reconocimiento que ha recibido a nivel internacional.
Con un futuro prometedor en el horizonte, Maur planea no solo validar sus procesos en nuevas plataformas, sino también colaborar en la producción de yogures probióticos para mascotas. “Estoy iniciando junto a un socio un trabajo para producir yogures con probióticos para mascotas que beneficien la digestibilidad y que provea antibióticos y antioxidantes”, explica. Además, ha comenzado a establecer contactos en Grecia, donde espera desarrollar un yogur con queso feta.
“Por suerte, hay un largo camino por recorrer. Soy muy entusiasta de lo que hago, disfruto mucho de mis productos”, concluye Maur, reafirmando su compromiso con la innovación en la industria láctea y su deseo de llevar su pasión por los quesos a un público más amplio.