Soja: ROSARIO
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Maíz: ROSARIO
$183.500 -0.70%
Trigo: ROSARIO
$198.500 -0.50%
Por Agroempresario.com
Durante el fin de semana largo, la región núcleo recibió las lluvias tan esperadas que trajeron alivio a los productores agropecuarios. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las precipitaciones generalizadas cubrieron el 80% de la región, con acumulados que superaron los 30 milímetros en varias zonas críticas. Este cambio climático se produce en un momento decisivo para la campaña agrícola 2024/25, especialmente para cultivos como el trigo y el maíz temprano.
Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, afirmó: “El 50% de la región central registró entre 45 y 80 milímetros, con picos de 88 mm en Bigand, 74 mm en Álvarez y 72 mm en Cañada de Gómez. Esto llega justo a tiempo para salvar cultivos que estaban atravesando un momento crítico.”
Durante septiembre, la región sufrió una sequía severa que afectó tanto el rendimiento proyectado del trigo como el inicio de la siembra de soja. Sin agua desde el comienzo de la primavera, las estimaciones indicaban una pérdida de 500 mil toneladas en la cosecha triguera. Sin embargo, las lluvias recientes brindan la oportunidad de revertir esa situación y optimizan las expectativas para la campaña estival.
Los técnicos de la BCR destacan que este evento de lluvias puede marcar un punto de inflexión para la campaña agrícola. "Es el primer evento importante de precipitaciones en los últimos cinco meses, devolviendo la confianza a los productores", agregó Russo. Además, los pronósticos indican posibles lluvias adicionales durante las próximas semanas, lo que fortalece la posibilidad de alcanzar niveles hídricos óptimos para la producción veraniega.
Según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 51% de las 6,3 millones de hectáreas sembradas con trigo presenta una condición hídrica adecuada a óptima, reflejando un avance del 5% en comparación con la semana anterior. No obstante, el 38% de los lotes aún muestra una condición regular a mala, lo que evidencia la necesidad de más lluvias para sostener los rendimientos.
El informe también detalla que mientras algunas zonas del sudeste bonaerense cuentan con buena humedad para el inicio de la espigazón, en otras áreas del sudoeste de Buenos Aires y La Pampa persisten los déficits hídricos. “El éxito de esta campaña depende de las precipitaciones futuras”, concluye el reporte de la entidad cerealera.
Con el alivio parcial que trajeron las lluvias, los productores vuelven a enfocar sus esfuerzos en la siembra de soja, que comienza a tomar ritmo en las áreas donde la humedad es favorable. A pesar de los desafíos que persisten, el evento climático del fin de semana alimenta las esperanzas de una recuperación productiva. Las próximas semanas serán clave para consolidar esta tendencia y asegurar el éxito de la campaña agrícola.
