Por Agroempresario.com
Un estudio científico desarrollado por el CONICET, en colaboración con la Universidad Nacional de Cuyo, el INTA y la Universidad de California-Davis, logró identificar las "huellas dactilares" de los Malbec producidos en diversas regiones de Mendoza. Este hallazgo permite vincular las características sensoriales —como aroma, sabor y sensación en boca— con el terroir específico de cada zona, destacando la tipicidad única de los vinos argentinos.
El concepto de terroir, clave en la vitivinicultura, se refiere a cómo factores ambientales como suelo, clima y topografía influyen en la identidad del vino. Aunque en Europa existe una larga tradición de relacionar los descriptores sensoriales con la procedencia de los vinos, en Argentina no se habían realizado estudios tan profundos sobre la identidad del Malbec, el varietal emblema del país.
El trabajo, publicado en la revista npj Science of Food del grupo Nature, demuestra que las uvas cultivadas en distintas zonas de Mendoza producen vinos con características sensoriales diferenciadas. "Hasta hace poco se creía que los Malbec argentinos no mostraban variaciones según su origen geográfico, pero logramos comprobar que el suelo, el clima y la elevación generan vinos muy distintos entre sí", afirmó Ariel Fontana, investigador del CONICET y director del estudio.
Además, esta investigación permite establecer una base de descriptores sensoriales que ayuda a los productores a comunicar mejor las propiedades de sus vinos. "Ahora los consumidores podrán identificar qué esperar de un Malbec de Altamira, San José o El Mirador", añadió Fontana.
El Malbec, reconocido mundialmente, es la puerta de entrada al mercado global para la vitivinicultura argentina. Con este avance, los productores locales no solo pueden resaltar el origen en sus etiquetas, sino que también pueden posicionar sus vinos de manera más estratégica a nivel internacional.
El siguiente paso del proyecto será analizar cómo el añejamiento impacta en las huellas sensoriales del vino, explorando si estas características permanecen con el tiempo. "Esto nos permitirá profundizar aún más en el conocimiento del Malbec y consolidar su identidad en los mercados globales", concluyó Fontana.
Este estudio no solo confirma la diversidad del Malbec argentino, sino que abre nuevas oportunidades para fortalecer la presencia del vino nacional en el escenario internacional.