Mark Carney asumirá como primer ministro de Canadá tras la renuncia de Justin Trudeau

Por Agroempresario.com

Mark Carney, el exgobernador del Banco de Canadá y expresidente del Banco de Inglaterra, será el próximo primer ministro de Canadá tras ganar la carrera para liderar el Partido Liberal, después de la sorpresiva renuncia de Justin Trudeau. Carney, quien asumirá el cargo en un contexto de creciente tensión económica y política con Estados Unidos, se enfrentará a desafíos importantes, especialmente en el ámbito comercial, luego de la reciente imposición de aranceles por parte de Donald Trump.

Con 59 años, Carney asumió la dirección del gobierno canadiense en un momento delicado, cuando las relaciones con su vecino del sur atraviesan una crisis sin precedentes. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió a Canadá al anunciar un impuesto del 25% sobre todos los productos canadienses, con excepción de los sectores automotriz y energético. Este movimiento, que podría llevar a la economía canadiense hacia una recesión, ha desatado una fuerte reacción en el país.

En su discurso de despedida, Justin Trudeau destacó su orgullo por los logros de su gobierno, pero también alertó sobre los riesgos que enfrenta Canadá en esta nueva etapa. “Este es un momento que define a la Nación. La democracia no es algo que se da por sentado”, afirmó Trudeau, mientras utilizaba el grito de guerra “codos arriba”, una frase popularizada por la leyenda del hockey Gordie Howe.

Aunque Carney ha obtenido el apoyo de una gran parte de los liberales, con un aplastante 85,9% de los votos, su llegada al poder es histórica. Será el segundo primer ministro en la historia de Canadá sin un escaño en la Cámara de los Comunes, lo que ha generado especulaciones sobre su futuro en la política canadiense. Aunque no existen impedimentos legales, se espera que Carney anuncie pronto sus planes para postularse a un escaño federal.

Carney, oriundo del oeste canadiense, se ha presentado como una figura externa al aparato político tradicional, aunque con fuertes lazos con el Partido Liberal. Su ascenso al liderazgo del partido ha sido visto como una estrategia para revitalizar a los liberales, quienes atravesaban una caída en su popularidad. Su victoria, además, llega en un momento crucial para el partido, ya que se espera que las próximas elecciones generales se celebren en octubre, aunque podrían adelantarse.

El impacto de las políticas comerciales de Trump es uno de los principales desafíos que enfrentará Carney. En los últimos días, la retórica agresiva del presidente estadounidense ha escalado, con insinuaciones de que Canadá podría convertirse en el 51° estado de EE.UU. Los canadienses, molestos por las amenazas de Trump, han comenzado a reaccionar con mayor fuerza. Durante partidos de la NHL y la NBA, los aficionados abuchearon el himno estadounidense, mientras que algunos decidieron cancelar sus viajes a EE.UU. o evitar comprar productos estadounidenses.

Carney, por su parte, ha sido muy crítico con Trump, comparando sus comentarios sobre la posible anexión de Canadá a Estados Unidos con las declaraciones de “Voldemort”, el villano de la saga de Harry Potter. Esta postura combativa ha sido bien recibida por los canadienses, que ven en Carney una figura con experiencia internacional y capaz de manejar las tensas relaciones con el presidente estadounidense.

A medida que Canadá se enfrenta a una creciente incertidumbre económica, la figura de Carney se presenta como una esperanza para muchos liberales, que esperan que su liderazgo impulse al país a superar los desafíos que están por venir. Sin embargo, el próximo primer ministro tendrá que enfrentar un entorno político complicado, tanto en el ámbito interno como en las relaciones exteriores, mientras navega por las turbulentas aguas de la política global.