Por Agroempresario.com
En una estrategia que combina tanto intereses tecnológicos como geopolíticos, OpenAI está dando pasos concretos para expandir su infraestructura de inteligencia artificial (IA) en la región de Medio Oriente. La empresa detrás de ChatGPT está considerando construir nuevos centros de datos en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), un movimiento que podría ser anunciado oficialmente en los próximos días. Este movimiento no solo refleja las ambiciones tecnológicas de la compañía, sino que también pone de relieve las complejas negociaciones políticas y económicas en juego.
La noticia surge en el contexto de la visita del expresidente estadounidense Donald Trump a Medio Oriente, programada para mañana. Junto a él, Sam Altman, CEO de OpenAI, también se encuentra en la región, formando parte de una gira tecnológica organizada por los líderes de la industria. Esta coincidencia refuerza la idea de que las negociaciones son más que una mera expansión empresarial. Los dos actores más importantes en esta jugada, Trump y Altman, podrían estar coordinando las condiciones que permitirían a OpenAI establecer su presencia tecnológica en el Golfo Pérsico.
Este no es el primer contacto que OpenAI tiene con la región. A principios de 2023, Microsoft, el socio principal de OpenAI, anunció una inversión significativa de 1,5 mil millones de dólares en G42, una empresa tecnológica de los Emiratos Árabes Unidos. Asimismo, la familia real de los EAU, a través de su firma de inversión MGX, participó en la última ronda de financiamiento de OpenAI, lo que subraya el creciente interés de los Emiratos por involucrarse en el desarrollo de inteligencia artificial y tecnologías avanzadas.
Sin embargo, hay un factor crítico que podría retrasar esta iniciativa: la falta de chips avanzados. Desde 2023, la administración Biden impuso restricciones a la venta de semiconductores avanzados a los Emiratos Árabes Unidos debido a preocupaciones de seguridad y control tecnológico. Estos chips, en particular los fabricados por Nvidia, son esenciales para alimentar los centros de datos que OpenAI planea instalar en la región. Sin los chips adecuados, la capacidad de procesamiento de los centros de datos se vería gravemente limitada, lo que pondría en duda la viabilidad del proyecto.
Para resolver este obstáculo, Estados Unidos estaría negociando un acuerdo con los Emiratos para permitir la importación de más de un millón de chips avanzados de Nvidia. Este acuerdo, aunque aún no oficial, sería crucial para que OpenAI y otras empresas tecnológicas puedan implementar sus planes en la región. Sin embargo, el acuerdo está condicionado a que la mayoría de estos chips sean reservados para empresas estadounidenses, lo que aseguraría que OpenAI y otras compañías estadounidenses puedan mantener su liderazgo en el mercado global de IA.
La razón detrás de la expansión de OpenAI en Medio Oriente no se limita solo a intereses comerciales. La compañía ha expresado su intención de generar alianzas estratégicas con gobiernos que compartan su visión sobre la democratización de la inteligencia artificial. A través de su programa “OpenAI para países”, la empresa busca garantizar que la IA sea accesible a más personas en todo el mundo, especialmente en regiones como Medio Oriente, donde la demanda de tecnologías avanzadas está creciendo rápidamente.
Además de los intereses comerciales y tecnológicos, la expansión de OpenAI en la región también tiene un fuerte componente político. Según el experto en relaciones internacionales Patricio Carmody, la estrategia de OpenAI podría verse como una forma de contener la influencia de China en el campo de la IA. El académico señaló que Estados Unidos está preocupado por el creciente poderío de China en el sector tecnológico, y al fortalecer sus vínculos con los Emiratos Árabes Unidos y otros países del Golfo, busca evitar que China se convierta en la potencia dominante en la región.
Carmody también enfatizó que la presencia de OpenAI en Medio Oriente tiene implicaciones para la geopolítica global. “Ambos países (Estados Unidos y China) están luchando por ganar influencia en la región del Golfo Pérsico debido a su riqueza económica y estratégica”, señaló. La inversión en infraestructura tecnológica no solo facilita la expansión de OpenAI, sino que también representa una forma de consolidar la influencia de Estados Unidos en la región frente a otras potencias como China.
El panorama parece ser prometedor, ya que recientemente Nvidia, uno de los principales fabricantes de chips avanzados, anunció que enviará 18,000 semiconductores a Arabia Saudita, como parte de un acuerdo con Humain, una firma propiedad del fondo soberano de Arabia Saudita. Este acuerdo podría sentar un precedente para futuros envíos de chips a los Emiratos Árabes Unidos, facilitando la instalación de centros de datos en la región.
Jensen Huang, fundador y CEO de Nvidia, destacó la importancia de la inteligencia artificial como una “infraestructura esencial” para todas las naciones, comparándola con la electricidad y el internet. Su declaración resalta la creciente relevancia de la IA para el desarrollo económico y social de los países, y la necesidad de una infraestructura tecnológica robusta para sostener su crecimiento.
Las razones para que OpenAI se fije en Medio Oriente son claras. La región del Golfo Pérsico ha sido un centro de innovación y desarrollo en las últimas décadas, con países como los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar invirtiendo fuertemente en tecnología y diversificación económica. Además, la infraestructura en países como los EAU es de vanguardia, lo que facilita la construcción de centros de datos de última generación.
Por otro lado, la ubicación estratégica de Medio Oriente permite a OpenAI expandir sus servicios a otros mercados clave en África, Europa y Asia. Con la creciente demanda de soluciones de IA en estos mercados, tener centros de datos en la región permitirá a OpenAI ofrecer servicios más rápidos y accesibles a una población más amplia.