Por Agroempresario.com
En un nuevo intento por dinamizar la economía y movilizar los ahorros fuera del circuito financiero, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, encabezó una reunión estratégica con los principales representantes de las terminales automotrices del país. Durante el encuentro, realizado en el Palacio de Hacienda, el funcionario instó a las empresas a comenzar a ofrecer vehículos en dólares, como parte de un plan más amplio para reactivar el consumo sin recurrir a la emisión monetaria.
“Los pesos van a ser escasos. Si quieren vender, apunten a los dólares del colchón”, fue, en síntesis, el mensaje que Caputo dejó a los empresarios del sector, acompañado por el secretario coordinador de Producción, Pablo Lavigne. La propuesta se alinea con el programa de “dolarización endógena” que impulsa el presidente Javier Milei, y que incluye una batería de reformas legales y regulatorias orientadas a estimular el uso de divisas ya existentes dentro del país.
Según lo expresado por Caputo durante la reunión, la intención del Gobierno es facilitar el uso de los ahorros informales que los argentinos mantienen en moneda extranjera, estimados en decenas de miles de millones de dólares. Para eso, propuso a las automotrices ofrecer vehículos directamente en dólares, promoviendo así un canal formal de consumo que permita oxigenar la economía sin necesidad de imprimir pesos.
“Las ventas vienen superando las expectativas y el nuevo régimen de ganancia simplificada genera optimismo”, explicó Caputo, quien ve en la industria automotriz una gran oportunidad para canalizar parte de ese ahorro oculto. También destacó los movimientos recientes del sistema bancario, como la suba de tasas en plazos fijos en dólares por parte de entidades como el Banco Galicia y Banco Macro, que podrían complementar esta estrategia ofreciendo financiamiento en moneda dura.
En la mesa estuvieron presentes, entre otros, Martín Zuppi, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) y CEO de Stellantis Argentina, así como directivos de otras terminales líderes. Aunque algunos empresarios se mostraron cautelosos ante la propuesta, principalmente por la falta de definiciones legales concretas, el tono general fue de receptividad.
“La duda era si había que esperar a que salieran las modificaciones de las leyes. Pero Caputo aclaró que no será necesario. Los autos ya se venden muchas veces en dólares, sobre todo en alta gama, camiones o comerciales”, comentó un alto ejecutivo que participó del encuentro.
En efecto, dentro del sector no es extraño encontrar vehículos valuados en dólares, aunque la formalización total del sistema en esa moneda requerirá adecuaciones contables, fiscales y logísticas. La industria ve con buenos ojos la propuesta, siempre que esté respaldada por reglas claras y previsibilidad.
El plan de Caputo se encuadra dentro de la estrategia macroeconómica del Gobierno para lograr una “reparación histórica” de los ahorros argentinos. El objetivo: movilizar divisas sin emisión, atraer inversiones y bajar la presión sobre la deuda pública. “Todo aquel que venda en cuotas en dólares verá un salto en su demanda”, afirmó el ministro en otro encuentro reciente con Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina.
Para avanzar en esta dirección, el Gobierno presentó una serie de medidas que incluyen:
El combo busca incentivar la formalización de activos no declarados y estimular su uso para consumo e inversión, sin necesidad de blanquear fondos mediante moratorias tradicionales.
Aunque durante el encuentro no se habló específicamente de precios del sector automotor, Caputo viene adelantando que su gestión apunta a un proceso de deflación moderada, con aumentos salariales por debajo de la inflación y reducción de costos productivos. “La competitividad es clave para sobrevivir en un mundo abierto”, reiteró.
La importación de autos ha crecido más de 200% en el último año, lo cual genera presión sobre las terminales locales para reducir precios o mejorar calidad. En este contexto, el uso de dólares para financiar compras podría darles un nuevo margen de acción, especialmente si se consolida un sistema de financiamiento a través de sus propias entidades financieras.
De acuerdo con los datos presentados por ADEFA, el mercado automotor muestra señales de recuperación. Durante el primer cuatrimestre de 2025, las ventas crecieron un 88% respecto del mismo período de 2024, y se proyecta cerrar el año con aproximadamente 620.000 unidades vendidas.
“Las variables están mejorando, sobre todo gracias a la baja de impuestos internos y a la estabilidad cambiaria”, aseguró Martín Zuppi, quien agradeció “el espacio de diálogo y el acompañamiento” del Gobierno. La mayoría de las terminales coincide en que, más allá de la incertidumbre regulatoria, hay un cambio de clima positivo en términos de expectativas.
Pese al optimismo oficial, muchas de las medidas propuestas por el Gobierno aún dependen de la aprobación legislativa. Las modificaciones a las leyes tributarias y penales deberán ser debatidas en el Congreso, donde el oficialismo no tiene mayoría. En ese sentido, será clave el nivel de consenso político que logren construir para avanzar con el plan sin sobresaltos.
Mientras tanto, el Ejecutivo avanza por decreto y resolución, amparado en la necesidad de reactivar el aparato productivo sin generar más inflación. La propuesta de venta de autos en dólares aparece como una herramienta intermedia, que permite canalizar ahorros sin crear nuevas presiones sobre la base monetaria.
En el fondo, lo que el Gobierno busca con esta estrategia es traccionar consumo genuino, reducir la economía informal y aprovechar la gran masa de dólares no declarados que los argentinos conservan por desconfianza en el sistema. Según estimaciones privadas, hay más de 250.000 millones de dólares “fuera del sistema”, ya sea en cajas de seguridad, propiedades o directamente guardados en el hogar.
Si una parte de esos fondos se canaliza hacia la compra de vehículos, se lograría un triple impacto:
Por ahora, las automotrices analizan el impacto de las medidas y ajustan sus estrategias comerciales. Algunas ya ofrecen cotizaciones en dólares, otras esperan una señal más clara del mercado. Lo que está claro es que el mensaje del Gobierno fue directo: si quieren vender, deben adaptarse al nuevo escenario.
La industria automotriz representa más del 6% del PBI industrial argentino y emplea a más de 70.000 personas de forma directa. En este contexto, su papel en la recuperación económica es central. La propuesta de Caputo de alentar la venta de autos en dólares no es solo una medida comercial, sino una declaración de principios: el futuro económico argentino pasa por el ahorro en moneda dura y su conversión en inversión o consumo.
Si las terminales logran adaptarse a este nuevo paradigma, podrían no solo sobrevivir, sino liderar el proceso de remonetización que propone el Gobierno. Por ahora, el desafío está planteado y las cartas sobre la mesa.