Por Agroempresario.com
En una decisión sin precedentes, la Secretaría de Energía de Argentina aprobó el uso “voluntario” de biocombustibles para embarcaciones fluviales y marítimas, ya sea en estado puro o mezclados con combustibles fósiles en distintos porcentajes. La resolución 252/2025 establece un marco regulatorio flexible que elimina la prohibición previa y habilita la comercialización libre en este sector, algo hasta ahora no contemplado por la legislación argentina.
La normativa publicada recientemente permite a las embarcaciones marítimas y fluviales utilizar biocombustibles sin la obligación de mezclarlos en un porcentaje fijo, como ocurre con los combustibles para el parque automotor. Esta apertura fue valorada positivamente por productores y especialistas, que destacan el potencial de esta medida para reducir la huella ambiental del sector marítimo.
Marcelo Kusznierz, consultor y gerente de Relaciones Institucionales de Doble L Bioenergías, con base en Santa Fe, celebró la medida en sus redes sociales, destacando la postura pragmática de la Secretaría de Energía respecto a las energías renovables. Desde las pymes del sector, en tanto, se señaló que aunque la iniciativa es bienvenida, esperan conocer detalles sobre su implementación y regulaciones específicas.
La resolución incorpora además la figura del “Operador de Búnker” dentro del Registro de Biocombustibles, lo que permite a las empresas registrarse para suministrar combustible que incluya biocombustibles a buques, siempre que cumplan con requisitos de almacenamiento, calidad, trazabilidad y compatibilidad técnica.
Según explicó Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados, esta normativa surgió a partir de gestiones iniciadas por la empresa Explora, ubicada en Santa Fe y parte del grupo Endriven. La eliminación del tope de mezcla y la derogación de la prohibición previa marcan un avance significativo en la legislación energética argentina.
Sin embargo, Boerr también expresó preocupaciones en cuanto a la fijación de precios por parte del Estado. Señaló que los precios de biodiésel fijados no cubren los costos reales de producción y que la publicación tardía genera incertidumbre en el sector, afectando las inversiones. Además, criticó que el precio se establezca en pesos argentinos, cuando la mayoría de los insumos se cotizan en dólares, lo que complica la rentabilidad.
El diputado nacional por Córdoba, Carlos Gutiérrez, valoró la decisión de habilitar los biocombustibles en el sector marítimo, pero planteó que la misma lógica debería aplicarse a los autos con tecnología flex que se producen en esa provincia y están contemplados en la Ley 27.640. Gutiérrez viene promoviendo una actualización integral del marco legal de biocombustibles para fomentar la innovación sustentable, dado que la legislación vigente tiene casi dos décadas.
Gutiérrez también cuestionó los recientes aumentos de precios en combustibles impulsados por YPF, señalando que el incremento es mayor al necesario para compensar impuestos y genera un margen adicional en un contexto donde la petrolera obtiene grandes ganancias. Este planteo refleja la tensión existente entre productores, consumidores y reguladores en un mercado energético complejo.
La medida reconoce explícitamente que el uso de biocombustibles reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con combustibles fósiles tradicionales, posicionando a Argentina en un camino hacia una matriz energética más limpia y sostenible. La apertura al uso voluntario permite a los operadores del sector marítimo adoptar gradualmente estas energías renovables, facilitando la transición sin imponer obligaciones rígidas.
La creación de la figura de operador de búnker con biocombustibles también implica un paso hacia la formalización y regulación de un segmento que hasta ahora no contaba con reglas específicas, asegurando condiciones de calidad y trazabilidad que benefician tanto al consumidor como al ambiente.
El uso de biocombustibles en embarcaciones es una práctica que viene creciendo en otras partes del mundo, especialmente en zonas con intensa actividad portuaria y fluvial. En Argentina, esta medida podría impactar en puertos clave como Bahía Blanca, Rosario y Buenos Aires, donde la demanda energética marítima es considerable.
Además, provincias como Santa Fe y Córdoba aparecen como protagonistas en el desarrollo de la bioenergía, con empresas y legisladores activos en la promoción de políticas para consolidar este sector. La evolución normativa también es acompañada por un interés creciente en energías limpias, en línea con compromisos internacionales para mitigar el cambio climático.