Por Agroempresario.com
A partir del 1° de enero de 2026, los productores ganaderos argentinos podrán faenar sus animales sin restricciones vinculadas al peso mínimo, tras la eliminación oficial de esta normativa que rigió por casi dos décadas. La medida, plasmada en la Resolución 98 de la Secretaría de Agricultura, deroga la antigua resolución 68/2007 y busca dinamizar la producción bovina, mejorar la interacción entre oferta y demanda, y fomentar un mercado más eficiente y competitivo.
Esta regulación, vigente desde la gestión de Néstor Kirchner, establecía un peso mínimo de faena de 140 kilos para hembras y 165 kilos para machos, con modificaciones en 2018 y 2019. Sin embargo, la Secretaría de Agricultura sostiene que estas normas no lograron mejorar sostenidamente la productividad ni la calidad del sector ganadero, señalando que factores externos como condiciones climáticas, precios y restricciones a la exportación fueron más determinantes en las oscilaciones del peso promedio de faena.
Además, se destacó que a nivel internacional, países sin esta regulación han alcanzado pesos promedio de faena superiores, lo que indica que la eficiencia productiva no depende de intervenciones estatales que establecen límites mínimos.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, explicó que la restricción limitaba la libertad de los productores para optimizar sus decisiones productivas. “Si el productor elegía faenar con mayor kilaje, la norma no tenía sentido, pero si prefería faenar con un peso menor para optimizar su producción, no podía hacerlo”, afirmó. También subrayó que la prohibición beneficiaba a corto plazo a los frigoríficos, al bajar el precio de la hacienda, pero perjudicaba la oferta y encarecía el producto en el largo plazo.
Sturzenegger reforzó la visión del presidente Javier Milei sobre la importancia de reducir la intervención estatal en la economía, favoreciendo un mercado libre que armonice oferta y demanda sin distorsiones que generan pérdidas de eficiencia social.
Por su parte, Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), celebró el fin de la norma que calificó como “una hipocresía” desde su creación en 2005. “Aunque la eliminación sea posdatada al primero de enero, es un gran paso que pone fin a una norma que no sirvió para nada y fue defendida por algunos sin argumentos sólidos”, afirmó. Urcía enfatizó que el sector debe avanzar hacia mejoras en el rodeo, el stock y el peso promedio, pero siempre con incentivos adecuados, estabilidad económica y sin prohibiciones.
La eliminación del peso mínimo de faena es vista como una medida que puede fomentar la recuperación del rodeo nacional, incentivar la producción y generar un mercado más dinámico y competitivo, beneficiando a toda la cadena cárnica y al consumidor final.