Por Agroempresario.com
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que no extenderá el plazo del 9 de julio para cerrar acuerdos comerciales bilaterales con su país, y ratificó que, de no alcanzarse consensos, se aplicarán nuevos aranceles más altos, en especial a productos importados desde Japón. La advertencia refuerza la tensión en las relaciones comerciales globales y podría escalar en una nueva etapa de guerra arancelaria.
Trump realizó estas declaraciones a bordo del Air Force One, mientras regresaba a Washington D.C. desde un viaje a Florida. En diálogo con periodistas, aseguró que las negociaciones con Japón no muestran avances sustanciales y expresó dudas sobre la posibilidad de un acuerdo: “Lo hemos intentado con Japón. No estoy seguro de que vayamos a llegar a un acuerdo. Lo dudo”, afirmó con tono escéptico.
De concretarse el fracaso en los acuerdos, el mandatario adelantó que evaluará imponer aranceles del 30% o 35%, superando ampliamente el 24% inicialmente establecido en abril. “Determinaremos el número, pero será superior si no llegamos a acuerdos”, explicó Trump.
Estos aranceles afectarían especialmente a sectores estratégicos como los automóviles, partes de repuesto, acero y aluminio provenientes de Japón, y responden al objetivo de reducir el déficit comercial de Estados Unidos con ese país. El presidente subrayó que “no habrá excepciones” ni más tiempo para extender las conversaciones: “No estoy considerando extender el plazo para ningún país”, reiteró.
En abril, la administración Trump había anunciado una “pausa de 90 días” en la aplicación del arancel del 24%, reduciéndolo temporalmente al 10% para permitir negociaciones bilaterales. Este período culmina el próximo 9 de julio, fecha que ahora marca el límite definitivo.
Además de los aranceles mencionados, las exportaciones japonesas de automóviles ya enfrentan una tarifa del 25%, mientras que el acero y el aluminio soportan un 50%. Estados Unidos también exige una mayor importación de arroz estadounidense por parte de Japón, así como una apertura más amplia del mercado japonés para vehículos fabricados en EE.UU., demandas que Tokio ha rechazado en repetidas ocasiones.
Desde Tokio, el jefe de gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, respondió con firmeza: “Japón no sacrificará a sus agricultores para obtener alivio arancelario”. La declaración fue interpretada como un rechazo rotundo a las condiciones impuestas por Washington.
Tras las palabras de Trump, el yen se fortaleció un 0,4% frente al dólar, alcanzando los ¥143,42, reflejo de una reacción defensiva del mercado. El índice bursátil Nikkei 225, que cerró antes del anuncio, retrocedió un 1,2%. Por su parte, en Wall Street, el S&P 500 cayó un 0,1%, y el rendimiento del bono estadounidense a dos años subió a 3,78%, mostrando incertidumbre frente al endurecimiento comercial.
Las negociaciones entre Estados Unidos y Japón se han intensificado desde principios de 2025. En abril, Trump había expresado su intención de cerrar “90 acuerdos en 90 días”, una meta que a días del cierre del plazo parece difícil de cumplir.
El mandatario visitó este martes el centro de detención temporal para migrantes conocido como “Alligator Alcatraz” en Ochopee, Florida, y fue allí donde también reiteró su visión comercial agresiva: “Necesitamos acuerdos que beneficien a Estados Unidos. Si no los hay, habrá tarifas”, sostuvo.
El nuevo escenario planteado por Trump reaviva temores sobre una reactivación de la guerra comercial global, un tema que había bajado de perfil en los últimos meses. La amenaza de aranceles más altos podría tensar aún más las relaciones con otros socios comerciales, como la Unión Europea, China, México o Brasil, que observan con atención cada paso de Washington.
En este contexto, expertos advierten que el aumento de tarifas puede provocar distorsiones en las cadenas globales de suministro, afectar la inversión extranjera y generar volatilidad en los mercados financieros. “Es una señal clara de que Trump vuelve a apostar por el proteccionismo como herramienta electoral y de presión”, señaló un analista económico consultado por Agroempresario.com.
A medida que se acerca la fecha límite del 9 de julio, la presión sobre los países para cerrar acuerdos bilaterales crece. La política de “arancel o acuerdo” impuesta por la Casa Blanca podría redefinir el comercio exterior global en la segunda mitad del año.