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Por Agroempresario.com
En una jornada vibrante en la pista central de la Exposición Rural de Palermo, la raza Hereford volvió a demostrar por qué es sinónimo de excelencia ganadera en la Argentina. El punto culminante fue la consagración de Muñeca, una ternera del box 876, como Gran Campeón Hembra Polled Hereford, ejemplar criado por la cabaña Las Tranqueras, propiedad de Horacio La Valle y Marta Vila Moret, ubicada en el partido de General Belgrano, provincia de Buenos Aires.
La jornada, que se desarrolló bajo un cielo cambiante, con sol tibio y un público entusiasta, fue testigo del desfile de las mejores hembras Hereford del país. Cada animal fue observado con rigurosidad por el jurado Lucas Lagrange, quien destacó la funcionalidad, estructura y armonía fenotípica como principales criterios para elegir a la campeona.
"Vi en esta ternera la mayor corrección y prolijidad de toda la fila. Es joven, pero reúne todas las cualidades que buscamos en una gran campeona", expresó Lagrange. “Muchas veces cuesta premiar a un animal tan joven, pero Muñeca lo tiene todo: estructura, desplazamiento, carácter racial y balance”, concluyó el jurado, ante la atenta mirada de criadores y familias que colmaron las tribunas de la pista.
Para Marta Vila Moret, la emoción fue doble. No sólo por el reconocimiento actual, sino por la historia que respalda a su cabaña. "Ya son 40 grandes campeones entre Palermo y las exposiciones de Primavera y Otoño. Criamos Hereford y Angus con pasión desde hace 50 años. Esta ternera es especial, reúne todo lo que buscamos: volumen, estructura, feminidad y un desplazamiento excelente", detalló.
Además, reveló el origen del nombre de la campeona: "Se llama Muñeca porque su padre se llama Machazo. En la cabaña, todas las crías llevan nombres que empiezan con la misma letra que el del padre. Vamos a guardarla, y el año que viene vuelve a Palermo".
La Reserva de Gran Campeón Hembra fue para el box 895, de la cabaña Los Ranqueles, de Ernesto Ayling, mientras que la Tercera Mejor Hembra volvió a Las Tranqueras, con el box 914. Un logro doble que refuerza el liderazgo de la cabaña en la genética Hereford nacional.
El presidente de la Asociación Argentina Criadores de Hereford, Alejandro de La Tour D’Auvergne, celebró el alto nivel de esta edición. "Estamos viviendo un Palermo excepcional para la raza. Hubo un crecimiento importante en cantidad de animales, incluso con cabañas que no pudieron participar", destacó.
"La fila final fue muy homogénea, con hembras funcionales y adaptables a cualquier campo del país. La femineidad, el volumen y la funcionalidad son claves. Y esta jura, a cargo de un jurado muy criterioso como Lagrange, lo demostró perfectamente", remarcó.
El directivo también reflexionó sobre el futuro: "Hereford tiene que seguir el camino de producir más carne con eficiencia. La genética es el motor. Y esta muestra fue un ejemplo del rumbo correcto".
Durante toda la jornada, el desfile de hembras mostró el trabajo silencioso pero sostenido de las cabañas argentinas. Cada ejemplar fue evaluado en base a parámetros técnicos como moderación, desplazamiento, fertilidad y expresión racial.
"Las razas carniceras como Hereford deben desarrollarse en campos muchas veces duros. Por eso buscamos vacas funcionales, que se muevan bien, que tengan buen tren posterior y un tamaño moderado", explicó Lucas Lagrange en su análisis posterior.
El jurado también hizo hincapié en el mérito de la ternera ganadora: “Es raro encontrar una ternera tan buena. Cuando aparece algo así, hay que reconocerlo. La edad no debe ser una limitante si las condiciones están”.
Más allá de las medallas y cucardas, la exposición es un lugar de encuentro y aprendizaje para los criadores de todo el país. “Esta pista muestra lo que hay detrás: años de selección, inversión en genética, trabajo de campo diario y pasión”, comentó un productor del sudoeste bonaerense.
El Hereford, reconocido por su docilidad, rusticidad y excelente calidad de carne, sigue afianzándose como una de las razas preferidas por los criadores argentinos. Su capacidad de adaptación a diferentes climas y sistemas de producción lo convierte en una pieza clave para la ganadería nacional.
Las tribunas llenas, las familias sacando fotos y los técnicos tomando apuntes daban cuenta del valor cultural y productivo que representa la Exposición Rural de Palermo. Más allá del espectáculo, el encuentro pone en escena el esfuerzo de miles de productores y cabañeros que, con visión a largo plazo, apuestan por la mejora genética.
La jura de hembras Hereford fue uno de los momentos más esperados de la muestra, y no defraudó: técnica, emoción y excelencia en estado puro. El protagonismo de Muñeca fue, sin duda, la coronación de un trabajo bien hecho.
En un contexto desafiante para la producción agropecuaria, la ganadería sigue siendo un motor de desarrollo. Y dentro de ella, la genética cumple un rol central. La ternera ganadora no solo representa un trofeo, sino una apuesta concreta por la mejora continua.
En palabras de Marta Vila Moret: “Detrás de cada premio hay mucho trabajo, selección y amor por lo que hacemos. Pero también hay un mensaje: apostar por la genética es apostar por un futuro mejor para toda la ganadería argentina”.
