Por Agroempresario.com
Con una campaña agrícola 2024/25 que ya genera expectativas alentadoras, Córdoba se consolida como uno de los pilares productivos del agro argentino. Con cerca de 9,5 millones de hectáreas sembradas y un valor bruto de la producción estimado en USD 11.085 millones, la provincia aportará el 30% del total nacional.
Se espera que la provincia supere los 35 millones de toneladas de granos, con el maíz (15,9 Mt) y la soja (15,1 Mt) como principales cultivos, lo que representa el 31% de la producción total nacional en ambos casos. El maní, una de las producciones emblemáticas cordobesas, concentra el 70% del total nacional, mientras que el sorgo (42%), el trigo (12%) y el girasol (11%) también tienen una fuerte presencia.
Este rendimiento está sostenido por suelo fértil, capacidad empresarial, innovación tecnológica y un alto grado de organización sectorial. Córdoba se destaca además por su capacidad industrial, que permite agregar valor dentro de su propio territorio, como ocurre con el girasol y el maní, que se industrializan íntegramente en la provincia.
Uno de los factores más destacados de la campaña 2024/25 es la reducción de retenciones anunciada por el Gobierno Nacional. Esta medida implicará que los productores cordobeses tributen alrededor de USD 1.500 millones, es decir, USD 190 millones menos que con el esquema anterior. La soja seguirá siendo el principal aporte impositivo con el 81% del total, seguida por el maíz (17%), el trigo (1%) y el sorgo (1%).
El maní, por ser parte de las economías regionales, está exento, mientras que el girasol, al procesarse en Córdoba, no genera exportaciones primarias. A nivel país, se estima que la provincia contribuirá con el 28% del total nacional en derechos de exportación, calculado en USD 5.500 millones.
Para alcanzar estos volúmenes, el sector agropecuario cordobés realizó una inversión inicial de USD 4.200 millones, que permitirán movilizar una campaña de gran escala. El ingreso bruto de la producción se proyecta en USD 7.875 millones, un 8% más que el ciclo anterior, marcando una clara recuperación del potencial productivo tras años de sequía y alta presión fiscal.
El operativo logístico también impone desafíos. Se estima que se utilizarán más de 140 millones de litros de gasoil, y que el 75% de la producción deberá ser transportada a puertos, lo que equivale a 858.000 viajes en camión y más de 520 millones de kilómetros recorridos. El 25% restante se industrializa en la provincia, disminuyendo costos y agregando valor local.
Además de su impacto nacional, la campaña dejará ingresos directos en Córdoba por alrededor de USD 263 millones, en concepto de ingresos brutos, sellos, tasas viales y arrendamientos. Este cálculo no incluye el impuesto inmobiliario rural, por lo que el impacto fiscal total podría ser aún mayor.
En cuanto a márgenes, el maíz temprano se perfila como el cultivo más rentable con una rentabilidad estimada en 26,3%. El maíz tardío muestra valores positivos más moderados, mientras que la soja de primera, el sorgo y el esquema trigo-soja enfrentan rentabilidades negativas debido a costos elevados y precios internacionales estables.
Córdoba, con su diversificación productiva, eficiencia logística y creciente protagonismo institucional, reafirma su lugar como motor clave del agro argentino.