Por Agroempresario.com
La producción de trigo en Argentina consolida su recuperación con la siembra de entre 6,7 y 6,8 millones de hectáreas, lo que representa un crecimiento de 400.000 hectáreas respecto de la campaña anterior. Este incremento refleja un panorama productivo favorable, aunque los desafíos no desaparecen, especialmente en lo relacionado con los costos de insumos y la competencia en los mercados internacionales.
El presidente de Argentrigo, Martín Biscaisaque, destacó en Chacra Agro Continental que “en cuanto a lo productivo, venimos realmente bien, salvo algunos sectores afectados por excesos hídricos”, y subrayó que la mayor parte de la región triguera se encuentra en condiciones óptimas.
El aumento del área sembrada se explica por factores como la prórroga en la baja de retenciones, la buena humedad de suelos y una relación insumo-producto que resultaba atractiva al inicio de la campaña. Sin embargo, la suba en los precios de fertilizantes, en especial de la urea, y la presión de los valores internacionales del grano generan desafíos para los productores.
Biscaisaque señaló que “la ecuación del trigo no es fácil” y agregó que la posibilidad de complementar con soja de segunda ayuda a equilibrar la rentabilidad del negocio. En materia comercial, Brasil sigue siendo el principal destino del trigo argentino, pese a los esfuerzos del vecino país por alcanzar el autoabastecimiento.
“Siempre necesitan de la calidad de nuestro trigo, tanto para panificar como por su condición sanitaria”, destacó Biscaisaque, quien recordó que el grano argentino presenta menos riesgos de micotoxinas que el producido en Brasil.
Respecto a las lluvias recientes y los posibles riesgos sanitarios, el titular de Argentrigo aseguró que los productores cuentan con todas las herramientas necesarias: “Las soluciones están, hoy tenemos todo: fungicidas, tecnología y conocimiento. El productor sabe cuándo y cómo usarlos”, concluyó.
La recuperación del trigo argentino representa una señal positiva para la agroindustria nacional y mantiene a Argentina como proveedor confiable de calidad en el mercado internacional. La combinación de condiciones favorables, políticas de incentivo y herramientas de manejo sanitario permite proyectar una campaña con buen desempeño y sostenibilidad para los próximos ciclos.