Por Agroempresario.com
El economista y expresidente del Banco Central, Martín Redrado, analizó la reciente escalada del dólar tras las elecciones legislativas bonaerenses y advirtió que la clave para la estabilidad de la divisa será demostrar que el Banco Central cuenta con reservas suficientes y el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI) para intervenir en momentos críticos.
En una entrevista con LN+, Redrado sostuvo que la autoridad monetaria necesita exhibir su “capacidad de fuego” para mantener el dólar dentro de la banda cambiaria. Según explicó, ese respaldo podría provenir de los fondos del FMI, aunque aclaró: “La pregunta es si el FMI los dejará usarlo. El equipo económico me dijo ‘despreocupate’. Habrá que verlo”.
El exfuncionario vinculó la reciente suba del dólar –unos $85 en la última semana– y el aumento del riesgo país con la falta de reservas disponibles en el Banco Central. Redrado criticó al Gobierno por no haber aprovechado los ingresos del sector agroindustrial: durante los primeros ocho meses de 2025, se liquidaron US$ 20.000 millones, y en el llamado “trimestre de oro” (abril, mayo y julio) se sumaron otros US$ 11.000 millones, sin que la autoridad monetaria comprara “ni un dólar”. “Fueron dos errores autoinfligidos”, señaló.
El economista subrayó que el período de mayores ingresos del agro ya finalizó y que, en situaciones de volatilidad, los productores suelen retener la liquidación a la espera de un tipo de cambio más favorable. “En octubre empiezan a comprar insumos para la próxima cosecha. Si se estabiliza el tipo de cambio, podría haber una liquidación de US$ 10.000 millones que alivie la tensión. Pero hasta entonces, los próximos días de septiembre son críticos”, advirtió.
Redrado enfatizó que, en momentos de tensión cambiaria, el Banco Central debe exhibir claramente sus recursos: “Hay que mostrar el color del dinero. Que el mercado vea que hay billetes suficientes para que no se anime a generar presión sobre el dólar. Hasta ahora, el equipo económico no ha mostrado ese poder de fuego que supuestamente tiene”.
El economista también cuestionó los tiempos de intervención. “Hubiera sido mejor mostrarlo antes, nos evitábamos la suba fenomenal de la tasa de interés. Pero está claro que, antes del 26 de octubre –o después, si el resultado electoral es favorable– el mercado va a testear el techo de la banda”, sostuvo.
En cuanto a la liquidez disponible, recordó que gran parte de los dólares del BCRA provienen de préstamos al Tesoro y del FMI. “Hay US$ 14.000 millones, pero falta saber si podrán usarse efectivamente”, advirtió, poniendo en evidencia la incertidumbre que enfrentan los mercados.
De cara a la segunda etapa de la administración de Javier Milei, Redrado propuso un enfoque más integral que no se limite al equilibrio presupuestario. “El equipo económico debe atender al empleo y la producción. No alcanza con equilibrio fiscal y desregulación. Hay que reducir costos impositivos, logísticos y de exportación, porque con equilibrio fiscal no se llena la heladera”, afirmó.
El economista también criticó a la oposición por limitarse a bloquear al oficialismo sin ofrecer soluciones concretas. “Lo que viene son dos pilares fundamentales: equilibrio de las cuentas públicas y un Banco Central que no financie al sector público ni emita papelitos de colores. Sobre eso hay que construir, en un mundo que necesita lo que Argentina tiene para ofrecer”, concluyó.
Según Redrado, los próximos meses serán decisivos para la economía argentina. La estabilidad del dólar dependerá de la combinación entre una política fiscal prudente, la intervención estratégica del Banco Central y la posibilidad de utilizar fondos del FMI para respaldar la divisa.
La señal que envíe el Gobierno al mostrar sus reservas será clave para calmar a los mercados y evitar que la volatilidad genere efectos negativos sobre los precios, el consumo y la inversión. Además, Redrado considera que la coordinación con el agro y la liquidación de divisas futuras será fundamental para aliviar la presión sobre el dólar.
En este contexto, la recomendación del exfuncionario es clara: transparencia en la comunicación, gestión eficiente de reservas y enfoque en políticas que impulsen la producción y el empleo. Solo así se podrá sostener la estabilidad cambiaria y dar certidumbre a los agentes económicos, mientras se mantiene la confianza del FMI y de los inversores internacionales.